Capítulo 7

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Capítulo 7
Un completo terremoto

El sonido de la alarma del móvil me despierta, gruñiendo, apago el insoportable ruido que odio todas las mañanas y me levanto cansada. Noto que me duele menos la cabeza aunque estoy un poco mareada.

—Ojalá ser tú, Poppy—me mira sin entender—No tienes que levantarte temprano ni estudiar, solo duermes, comes y robas mis zapatillas.

Después de vestirme, bajo a desayunar. Mi madre me espera en la isla para comer sus famosas tortitas.
Me siento en la silla bajo la atenta mirada de mi madre.

—¿Qué pasa?

—Nada, es que te noto un poco rara—Doy un trago a mi batido antes de responder.

—Sí, es verdad, me noto mal, ¿puedo saltarme las clases?—hago un puchero y mi madre niega con la cabeza.

—Nada de faltar, ya has faltado muchas clases.

—¡Per...

—Ni pero ni manzana. Si te encuentras muy mal tómate una pastilla—Suspiro y maldigo por lo bajo—¿Qué has dicho?

—Que tienes toda la razón, mamá.

(...)

Solo llevo una clase y ya estoy agotada. El profesor Smith no para de intercambiar miradas con Ari mientras todos nos ponemos a hacer los deberes que nos mandó. Lo que no sabe es que yo los observo de vez en cuando. La atracción sexual que hay entre ellos dos se ve de lejos.

—Se nota que te gusta mucho—Ari se gira hacia mí.

—¿Qué has dicho? Perdón, No te he escuchado—Con vergüenza, se rasca la nuca.

—Te he dicho que si tienes matemáticas.

—Ah... Sí lo tengo.

No puedo evitar soltar una carcajada. Necesito saber respuestas. Ari me da su cuaderno de matemáticas y lo guardo en mi mochila para después. La campana suena, lo que antes era un pasillo vacío y silencioso ahora es un pasillo alborotado de estudiantes comunicándose entre ellos.

Me dirijo sola a la clase de historia mientras abrazo a mis apuntes.
Veo el aula a lo lejos e intento acelerar mis pasos pero de pronto alguien me jala.

Ahogo un grito cuando me encuentro en una habitación totalmente a oscuras. Solo logro escuchar mi respiración y la de otra persona. Estoy pegada a la fría puerta mientras intento mantener la calma.
Ahora mismo solo se me viene el nombre de una persona.

—¿Eres tú?—No recibo respuesta, escucho cómo se mueve e intenta hacer algo—Esto no me gusta—Me doy la vuelta y toco el pomo de la puerta dispuesta a abrirla pero la palma de su mano golpea la puerta impidiéndomelo. Una luz se hace presente, el corazón se me encoje mientras me doy la vuelta lentamente.

—Soy yo, la puta linterna del móvil no funcionaba.

Cierro los ojos y suspiro profundamente antes de volver a mirarle.

—¡Pero tu eres imbecil! ¡Menudo susto me has dado!

No dice nada, me observa aún con su mano izquierda puesta en la puerta.

Me gustaría decir que me he apartado y que hay al menos una distancia adecuada entre nosotros pero no, soy incapaz de moverme. Sus ojos ya no miran los míos.

El Misterio Detrás De Él(COMPLETA✔️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora