KINKTOBER JOHNDO

soulmate -soft- híbridos

Doyoung tenía exactamente ocho años cuando conoció a Johnny, iba en el tren con su madre, Doyoung era un conejito de largas orejas blancas y ojitos negros, en frente suyo iba Johnny, un tigre de orejas anaranjadas y una larga cola con rayas negras. 

Sus madres iban a un curso de cocina americana juntas, mejor dicho, la madre de Johnny daba el curso y su propia madre iba a aprender, en ese momento su madre los presentó. 

En su mundo, existían las almas gemelas, pero siempre eran entre una misma especie, conejos y conejos, tigres y tigres, nunca un conejo y un tigre, por eso, cuando vio una cinta roja alrededor de su muñeca, se quedó curioso.  

Más tarde en su casa sus padres estuvieron gritando toda la noche debido a la cinta, su padre le preguntaba a su madre que cómo no había visto qué otra criatura tenía una cinta roja también en el tren, Doyoung lo había visto. 

Recordaba notar como Johnny miró su propia muñeca también y luego lo miró a él, sonriendo.

Pero eso no parecía correcto, eran de diferentes especies. 

Así que mantuvo oculto que él sabía quien era su alma gemela. 

A menudo los híbridos conejos eran catalogados como la especie más patética y débil, siempre se inclinaban a las relaciones laborales más sencillas, sus familias eran todas iguales, muchos hijos, una casa pequeña y gritos de pánico ante cualquier mínima cosa. 

Él no tenía muchos hermanos, sus padres no habían querido eso, pero tenía a Gong myung y su  hermano mayor era molesto. 

A diferencia de ellos, los tigres eran geniales, siempre eran aventureros y tenían un buen entorno, les gustaba la adrenalina y eran atractivos en el sentido de que todo el mundo volteaba a verlos con sorpresa, era fascinante ver a uno, no como a los conejos, que se los veía en todas partes, los tigres formaban parte de la minoría, por algún motivo cada vez había menos de ellos.

Él y Johnny se encontraron alguna que otra vez cuando sus madres se reunían a tomar el té juntas, ella lo llevaba para que jugara con el tigre, quería que fueran amigos. 

Eran niños y tuvieron su primer secreto juntos. 

—no le dije a mis padres que tienes la cinta roja—le dijo Doyoung, pantalones cortos color celeste y una camiseta verde, sus orejas largas casi llegando al piso porque estaba sentado en el césped. 

Johnny tenía puesto un jardinero de jean, llevaba una camiseta blanca por debajo, su larga cola estaba apoyada en el césped, buscaba tréboles de cuatro hojas—tampoco le dije a mi madre, es un poco raro—admitió. 

Doyoung asintió—tienes que mantenerlo en secreto. 

—¿y morir sin decirle a nadie?—el tigre lo miró a los ojos, Doyoung se maravillo al notar que tenía ojos claros. 

—sí—respondió el conejito, bueno, tenían ocho años. 

—bueno, si tú me lo pides, eres mi alma gemela ¿cierto? tengo que hacerte caso—Johnny sonrió, encontrando el trébol de cuatro hojas que tanto había estado buscando—aquí, para ti. 

El conejito parpadeo repetidas veces, tomando el trébol—¿por qué?

—es de la suerte, quiero que tengas toda la suerte del mundo. 

Su madre los interrumpió, sonriendo con ternura—Doyoung dile adiós a Johnny, tenemos que regresar a casa para empacar. 

—ah, sí, adiós, Johnny.—el conejito se levantó del césped, su madre le ayudo a limpiarse la ropa que había quedado verde.