Bakugou Katsuki tiene una personalidad explosiva y peligrosa.
Pero eso no evita que Tn se enamore de él. Por supuesto decirle a la cara que está colada por él es una pésima idea. Quizás la mejor forma de acercarse a él sea -ironicamente- de lejos...
La observa llevarse el helado a la boca, manchando levemente los labios de crema americana, usando la lengua para quitar los restos. Indaga en su propia mente porque carajos la esta mirando como el adolescente virgen que es en lugar de pensar su siguiente movimiento.
La verdad es que era alguien totalmente inexperto en la citas, incluso en simples salidas. Siempre había creído una perdida de tiempo utilizar su preciado tiempo en lugares inútiles con mucha gente extra, de tal modo que solía rechazar las invitaciones luego de la escuela de parte de sus compañeros. Y ahora, en este precioso instante eso le estaba jugando en contra.
No tenía ni la menor idea de donde llevar a la chica evitando los lugares cliché como los cines y así. A pesar de eso, había terminado por invitarle un helado para hacer tiempo y pensar un buen lugar. Pero ya llevaban un buen rato en silencio, donde simplemente había observado a Tn y esta le devolvía la mirada incomoda sin saber que decir.
Tal vez debería haber consultado antes de lanzarse de cabeza a lo desconocido, pero no, antes muerto que pedir consejos. Y mucho menos sobre una cita. ¿Por qué le había pedido una cita en primer lugar? Quien lo manda a ser tan impulsivo. Suspira antes de internar remar con las manos, hace rato que había lanzado los remos.
— ¿Quieres que te compre un labial o algo así? — Pregunta antes de pensarlo demasiado, la chica pestañea varias veces antes de responder.
— ¿Perdona? — Se ve tan confundida que lo hace dudar de sí ha dicho lo correcto.
— Bueno... he visto a mi padre comprarle un labial a la vieja bruja cuando salen. Pensé que tal vez querrías uno. — Siente que le arden las orejas y sabe que esta diciendo estupideces. Pero Tn esboza una sonrisa tan bonita que lo tranquiliza, y a la vez hace que se le vaya el pulso a la mierda y sienta que se le revuelven las tripas. Como si fuera a vomitar arcoiris o cosas excesivamente dulces y asquerosas.
A pesar de su sonrisa, ella parece que esta a punto de negarse. Así que se levanta antes de que pueda responderle. — Ven aquí. — La llama y comienza a caminar, sin voltearse a ver pero con la seguridad que el sonido de sus botas de tacón bajo le dan, sabe que lo está siguiendo.
Observa la enorme variedad de colores y luego dirige la mirada hacía la chica, toma la muestra de labial rojo y se lo extiende en silencio. Tn mueve las manos para negarse — Es un color muy fuerte. —
Lo deja en su lugar sin decir nada, se siente tan avergonzado que no se ve capaz de hablar normalmente. Toma otro, es un brillo labial con aroma y sabor a cereza. Esta vez ella si lo acepta y se lo prueba, sus labios brillan en un hermoso color que no llega a ser rojo ni rosa, el aroma a cereza es tan fuerte que lo intoxica cada vez que respira y se descubre inhalando más profundo. Ansiando sentir ese olor a fruta, se pregunta si el sabor sera igual de intenso. Y su mirada descarada se pasea sin permiso por sus labios cremosos.
Nunca había deseado besar a alguien, nadie le había despertado ese interés y atracción como para imaginar como sería deslizar sus labios sobre otros. Hasta ahora, y ese pensamiento lo confunde. Su mente se pierde en escenas poco claras creadas por el mismo. La curiosidad y el deseo lo consumen, pero se aguanta y arrastra esos pensamientos fuera de su cabeza.
Tn se observa en un espejo, esta a espaldas de él pero puede verla en el reflejo. Tiene pestañas largas; un delicado delineado le da una sensación de ojos más grandes y un pequeño lunar le decora la mejilla, es el único que tiene en todo el rostro. Su nariz es bonita, pequeña y respingada. Pero su mirada se pierde más en sus labios, no son muy grandes pero si carnosos y el brillo labial destaca su color de piel. El cabello castaño oscuro le enmarca el rostro y se ve tan hermosa que siente la necesidad de seguir observándola.
— Es muy lindo. Tienes buen gusto, Bakugou-kun. — Se ha volteado a verlo y le muestra una sonrisa que le infla las mejillas y se ve adorable. — Por supuesto que si. ¿Qué más esperabas? —
— Creí que elegirías algo así. — Le señala un lapiz labial negro y Bakugou la mira como si fuera tonta. — ¿Te estas burlando de mi, extra? —
Tn suelta una risa. — Lo siento, es que usas mucho el color negro. —
Quiere gritarle, pero se da cuenta de que esta muy contento como para enojarse y las palabras no le salen. La esta pasando bien.
// Holaaaa
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Perdonen que no estuve publicando, pero nada les quería decir que no voy a dejar la historia abandonada y que la voy a terminar aprovechando que las clases ya están terminando y así.
