Sexto capítulo

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Capítulo seis: Dolor.

KiHyun se encontraba en la habitación que compartía con YoonGi, pasando la aspiradora por el suelo, quitando todo resto de suciedad del suelo. Se agachó levemente mientras pasaba la maquina por debajo de la cama, luego de asegurarse que no había nada de suciedad hay debajo, apagó el aparato y lo dejó en un lado de la habitación.

Puso sus manos en su cintura en modo de jarrón, y soltó un suspiro cansado. Su cuerpo se sentía más cansado y débil de lo que debería ser usualmente. Claro, que podía esperar de pasar noches enteras en vela, disminuir su alimentación y empezar a llenar su estómago con agua y pastillas antidepresivas y de insomnio.

Ya había pasado un mes desde que ChangKyun le dijo las fuertes palabras a su padre. Y solo había logrado que la familia, no perfecta, pero si realmente amorosa, se desintegrara.

JiSoo se negaba a hablar o si quiera dejar de ChangKyun le hablara; sus palabras la habían herido y realmente sentía a veces que su inocente corazón lo odiaba. Ahora solo pasaba tiempo sola y, cuando podía, JeonGguk jugaba con ella. JeonGguk, por su parte, se encontraba fuera de casa constantemente; se encontraba demasiado con, su ahora novio, TaeHyung y si no era así, salía sin decir a donde.

ChangKyun fue a su dichosa fiesta, y, cabe decir, que eso solo logro unir más a NaEun con él. Y, después de una semana de la fiesta, NaEun dio el paso de decirle a ChangKyun que le gustaba. Eso, claramente, puso al pelinegro a volar y ponerlo idiota. Era tan lindo que no creía que fuera real, así que se atrevió a pedirle una cita; y cuando esta respondió favorablemente supo que era real.

Y en cuanto a la pareja de esposos; sus problemas eran de lo peor, KiHyun había entrado en una depresión después de que ChangKyun lo insultara, y eso incluía su alejamiento con toda la familia, incluso con YoonGi. El pelinegro sabía que algo andaba mal con su esposo, pero no quería sofocarlo; así que se abstemia de preguntarle. Sin darse cuenta que solo le causaba más daño.

El peli naranja trago saliva mientras cerraba sus ojos y sentía su cabeza dolerle a montones, como si un martillo golpeara constantemente su cráneo. Negó con su cabeza intentado alejar el terrible dolor, dirigió su mirada al armario que se encontraba a su lado y lo miro por un largo rato.

Tal vez si organizaba un poco más lo olvidaría.

Tomo un banco que se encontraba en su habitación y se subió en el para alcanzar la parte de arriba del armario y bajar una caja que allí se encontraba. Ya era hora de que revisara esa caja y botara lo que no sirve.

Luego de tenerla en sus manos se bajó de dicho banco y se sentó en la cama con la caja junto a él. Comenzó a revisar las cosas que se encontraban allí dentro: papeles, juguetes viejos, una que otra prenda de ropa vieja, adornos de navidad... pero su curiosidad despertó al ver una pequeña caja de metal al fondo de esta.

Frunció su ceño. Tomó la caja entre sus manos y la puso sobre su regazo, con dificultad abrió la tapa metálica de la caja y dejó está a su lado. Había papeles, muchos papeles, los tomó todos en sus manos y comenzó a revisarlos... y sus ojos se abrieron levemente al ver esas hojas.

Eran cartas de sus hijos.

Recuerda que antes, cuando su hijo mayor y del medio eran más pequeños, solían hacerles muchas cartas expresándole por medio de dibujos infantiles y palabras cortas como "te amo" escritas con dificultad, todo su amor, aprecio y admiración. El las guardaba en esa caja, pero llegó un momento donde ya no recibió más cartas, así que dejo esa caja en el olvido. Las que Jisoo le daba —que actualmente le seguía regalando— las guardaba en otro lugar, en una caja de madera que se encontraba guardada en su mesa de noche.

Shame | YoonKiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora