Halloween a llegado como todos los años, pero esta vez trae algo más, algo siniestro y oscuro.
El terror se adueñara de los corazones de las personas mientras la oscuridad consume a toda luz.
La sangre bañara las calles, y el miedo, los alimentara.
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-Tu no lo entiendes dios del trueno- expreso una voz, notándose en su temblar el cansancio de quien recitaba las palabras.
-No eres más que un dios con ansias de poder, no eres el primero que prueba mi furia- un rayo resonó en los cielos y un potente impacto tuvo lugar, al golpear el divino metal contra la divina cabeza del dios lunar. Konshu cayo al suelo, derribado y con una fractura en su cráneo aviar -¿Qué es lo que no entiendo?, atacar a mis amigos, robar nuestros poderes, aprisionarme entre dos lunas y tomar el mundo por la fuerza, no eres diferente a otros villanos-
-Lo que hice Odinson, el poder que tome, era para protegerlos, ¡YO! era su ultima esperanza, pero ustedes vengadores, se interpusieron. Ustedes Vengadores, acaban de condenar al mundo-
-Suficiente- un golpe por parte del mitad vampiro, fue suficiente para callar al debilitado dios, quien quedo a merced de los héroes. Pero pese a que fue interrumpido, esas palabras quedaron grabadas en el príncipe de Asgard.
-Thor ¿te encuentras bien?- pregunto el capitán dentro de la pirámide.
-Thor-
-Thor-
-Thor-
-Thor-
-¿Qué? ¿Capitán?- en la azotea de la mansión, Thor era sacado de su trance por el veterano de guerra.
-¿Estas bien? ¿Te ocurre algo?- pregunto el soldado, haciendo notar las nubes de tormenta que se estaban formando sobre la ciudad.
-Algo maligno esta detrás de estos extraños acontecimientos, solo le hago saber, que pronto vera el porque de nuestro nombre- afirmo serio y con potencia en su voz, cosa que habría intimidado a muchos, pero solo dio confianza al capitán, confianza de que lograría resolver lo que fuera que estuviera pasando. Al termino de su oración, el primer trueno hizo eco entre las nubes.
Mientras tanto, en el edificio más famoso y avanzado de Nueva York, la criatura de las alcantarillas era transportada en una gran jaula hermética hacía su sitio de contención e investigación, siendo la mole, Venom y Spiderman quienes hacían gala de su gran fuerza para transportar el hermético cajón.
-Bien, colóquenlo con cuidado- pidió Reed Richards, estando junto al panel de control.
-Lo que digas estirado- respondió la Mole, giñando el ojo a quienes lo ayudaban a soportar el peso, soltando la jaula de golpe. Los arácnidos fueron advertidos por su sexto sentido, soltando también el pesado objeto para no salir lastimados. La caja metálica golpeo bruscamente el suelo y la criatura en su interior rugió y se sacudió con fuerza por el impacto. El fantástico de poderes elásticos rodo los ojos, previo a dar más indicaciones.
-Bien, ajusten y sostengan hasta que el lagarto haya cruzado por completo- pidió, regresando su atención a los monitores. Los tres héroes obedecieron, empujando la caja contra la pared, en donde unos seguros se activaron para sujetar la caja mientras tanto la puerta de esta como la del recinto se habrían lentamente. Lo primero que la bestia hizo fue sacudirse, rompiendo los seguros mecánicos, tal como Richards lo había previsto, pero sin lograr escapar debido a que su prisión era fuertemente sujetada.
