Y ahí estaba yo, otra vez frustrado y deprimido,
Amarrado a la soledad y atado al olvido,
Con los pensamientos revoloteando como mariposas entre flores
Pensamientos que despiertan mis tristezas y dolores.
Sin rumbo al cual ir me encontraba desesperado,
Porque de seguir intentándolo una y otra vez mi espíritu se había cansado,
La historia se repite y a su paso deja caos,
Y aquí estoy yo prisionero como esclavo.
Prisionero del dolor y del sufrimiento atroz,
Que me grita lo débil que soy ante su voz,
Paso a paso he avanzado en el oscuro camino,
Que me lleva a estrellarme con mi fatal destino.
Ando descalzo sobre el caliente pavimento,
Sollozando entre lágrimas y alcanzando un aliento,
Un aliento de esperanza que me ayude a avanzar,
En mi triste realidad y en mi doloroso andar.
Por el camino van cayendo rojas gotas de torpeza,
Que han surgido de las heridas que han dejado mis tristezas,
Se esfuma la esperanza que tan ansioso había esperado,
Todo va volviendo a estar como en el pasado.
Las cicatrices ya no son cicatrices, son heridas,
Que poco a poco nublan la puerta que me lleva a la salida,
Me rindo y no quiero intentarlo estoy seguro, estoy resuelto,
A dejar ir todo el esfuerzo a la basura pues ya he atado todos los cabos sueltos.
