03; Sweet to sour

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⚪En dónde Noé tiene permitido ver los recuerdos de Vanitas, y desnudar toda la melancolía que oculta su sangre⚪

⚠ Con la temática del anime, pero sin seguirlo como tal.

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¿Cómo habían llegado a esa situación? No logra recordarlo con certeza, pero es tan perfecto que solamente puede ser un sueño.

Vanitas es una persona que se torna reacia cuando tratan de inmiscuirse en su pasado, recurre a eufemismos y constantemente carga esa fachada exagerada de actuación.

Resultaba tan irreal; costaba creer que el azabache en media discusión había transigido y, que estuviera en estos momentos sentado sobre su regazo, apartando con gracia su camisa para dejar expuesto su hombro.

Cosas como esas solamente pasan en su mundo onírico;

—¿Quieres probarme? —y todo quedó confirmado por ese ronroneo, que dejó en claro que estaba muy alejado de la realidad.

—Quiero —respondió en un murmuro el moreno, aspirando fuertemente el olor del menor que resulta tan agradable, a pesar de ser quimérico.

—Entonces muérdeme —sugirió el azabache, acariciando aquel desorden de greñas planteadas—. Sí tanta es tu curiosidad por mí, muérdeme.

El moreno alzó sus manos, para acunar entre ellas el bonito rostro del azabache y acariciar sus mejillas en busca de asegurarse de que era algo tangible, que no era un producto de su ensoñación excesiva.

Lo tácito se acomodo en la oscura habitación, con el azabache restregando sus mejillas contra las manos que le acarician y el de cabellos albinos estudiando la estética de la que rebosaba el humano.

Había tantos hermosos sentimientos entré ellos a los cuales nunca le darían un nombre, seguirán de forma platónica, pero a su manera perfecta.

—¿En serio quieres confiarme tus recuerdos? —quiso asegurarse, escondiendo su rostro en el espacio comprendido entre el cuello y hombro del azabache.

—¡No del todo, idiota!  Solo quiero que dejes de fastidiarme con tu capricho de querer husmear en mi pasado —el humano rompió toda la agradable atmósfera tan fácilmente, otra vez actuando de manera exagerada para ocultar lo que realmente siente, una prueba que reafirmaba la realidad—. Muerde de una vez, antes de que me arrepienta de estar en esta situación tan humillante y termine…

—¿Matándome?, lo sé —completó, sonriendo de forma tonta por al fin, ganarse la confianza de tan extravagante criatura.

Las orbes purpúreas de Noé comenzaron a tornarse de un color carmín que delataba sus primitivos deseos, cada que recorría con la mirada toda la blancura perfecta de la piel.

Sin más preámbulos, con excesiva parsimonia sus labios comenzaron a recorrer toda la superficie etérea del cuello, abandonando en el trayecto algunos besos y lamidas, como un preludio antes de clavar sus colmillos en la suave piel.

—¡Maldición!.

Los lustrosos incisivos sin mucho cuidado comenzaron a desgarrar la blancura abundante de suavidad, fundiéndose en todo ese terciopelo hasta perforar la vena. Un sabor almibarado no tardó en inundar cada rincón de su boca, endulzando sus sentidos.

Sus manos se perdieron por debajo de la desordenada camisa del azabache al convertirse en viajeras, de las curvas de su estrecha cintura. Las nubes blancas que residen en las mejillas del humano se tiñeron de un arrebol, por lo extasiado que se sentía debido al asaltó de endorfina.  

Noé —su voz llegaba a matices de cristal, que delataban que se estaba derritiendo entre los brazos del moreno y, lo único que podía hacerse para mantenerse era hundir sus manos en todo ese cabello carente de melanina—. Noé.

Los delicados gemidos que en cualquier otro momento le hubieran maravillado, no eran más que ecos excesivamente lejanos.

Se estaba abismado cada vez más en la profunda melifluidad del sabor tan extraordinario, exquisito y extremadamente delicioso, que ha comenzado a contagiar su mente con pensamientos egoístas. Quería dejar una marca de posesión en el bonito cuello del pequeño humano, pero era consciente que por los momentos solo podía conformarse con chupetones delebles.

—Sabes tan malditamente bien —habló amortiguado por toda la suavidad de la piel, no quería despegarse de esa herida.

Ese sabor es tan fatalmente adictivo, que quería extraer hasta la última gota de ese líquido hasta extasiarse, pero era consciente de la vitalidad de este. 

Lo que desconoce es que ese empalagoso sabor eran solo efímeras huellas en la arena, que serían arrastradas y borradas por la tristeza del salino mar. Había comenzado a desnudar la sangre, por lo que inevitablemente comenzó a sumergirse en ese tétrico charco escarlata.

Cuando los sabores desabridos bañaron su paladar, sus infinitas dudas sobre el humano comenzaron a ser despejadas, ahora era capaz de entender cada motivo detrás de esas miradas rebosantes de consternación, y todas las historias de las cicatrices que fueron talladas a fuerza en la suavidad blanca de su piel.

Entendía porqué era tan taciturno y casquivano, un espectáculo tan miserable.

De manera protectora envolvió sus brazos alrededor del humano y aprovechando la debilidad que este tenía por la extracción de fuerza, dejó unos suaves besos en su coronilla.

El azabache se recuperaba cómodamente apoyado en el pecho del contrario y el albino trataba de procesar todo lo obtenido de los recuerdos del humano. Permanecieron abrazados en silencio por unos eternos segundos, con el vampiro colmando de besos y caricias al más bajo, como un consuelo disimulado.

Cuando Vanitas se sentía más recuperado de la repentina pérdida de sangré, soltó;— ¿Ya puedes soltarme?.

El de cabellos plateados hizo el abrazo más fuerte para mantener al menor entre sus brazos, en realidad quiere cobijarlo.

—Solo cinco minutos más —pidió el vampiro, repartiendo besos por todo aquel cabello donde reside el anochecer, quería mantener al humano por siempre protegido, lejos  de toda cosa que pudiera dañarlo—. Cinco minutos más.






—No, en serio deberíamos cortar todo este rollo —habló nuevamente el humano, en un tono más avergonzado, acelerado y bajo—. Me pone los pelos de punta sentir lo bien dotado que estás, y yo tengo que ir al baño.

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💫Hola, aquí Ale💫
Perdonen lo feo, no tuve tiempo de editarlo, pero naturalmente cuando termine toda esta historia de one-shots lo haré.

Me disculpó por los horrores.

🍒 Gracias por leer,
S A Y O N A R A

❛𝙎𝙤 𝙩𝙚𝙣𝙙𝙚𝙧𝙡𝙮 𝙖𝙣𝙙 𝙚𝙣𝙙𝙡𝙚𝙨𝙨𝙡𝙮❜ ─「ⱽᵃⁿⁱᵗᵃˢ ⁿᵒ ᶜᵃʳᵗᵉ | ⱽᵃⁿᵒᵉ 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora