Capítulo 68: La Princesa de la Noche

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Pov 3ª Persona 

Kaede se había quedado de piedra al estar frente a frente contra Kyoko, en verdad estaba asustada y notaba sus ojos amenazadores y destructivos como un volcán en erupción, así hasta retroceder levemente. En teoría ahora entendía el por qué Shira no pudo ganar, y con todas las de la ley la semidiosa de la luna se acercó apuntando su cuchilla hacia la menor, por lo que un acto reflejo la castaña puso su espada de manera diagonal como una advertencia de que la pelivioleta no se acercarse, pero para ella no era ni siquiera una amenaza contando con la poca resistencia que le quedaba, por lo que simplemente el ser amenazante se acercó sin dudar. 

--Conque aún te quedan fuerzas Shira, lamentable. Kaede Kocho, desde hace tiempo quise enfrentarte de una a una, como la otra vez, y esta vez no perderé. Con el poder de la luna eclipsada a mi favor es imposible que pierda, soy invencible.--Se reía la semidiosa mientras del cielo caían rayos negros cubriendo a la pelivioleta y del que un brillo carmesí se veía a partir de sus ojos, lanzando a través de su arma una niebla espesa del que salían relámpagos poderosos y capaces de destruir todo lo que había en su camino, una perfecta destrucción que ella quería. 

--¡Cuidado Shira, un ataque más y no lo podrás soportar!--Avisaba Kaede al punto que invocaba a Kusanagi y se ponía al frente enterrando su espada con el intento de frenar los rayos, pero el aire desplegado y la inmensa niebla le impedían hacer nada, sentía su fuerza con temor y sus manos dolían debido a la presión con la que sostenía el mango, pero finalmente pudo resistir aquella ventisca. Respiró hondo un poco agotada, pero al mirarla directamente observó justo que se encontraba a un metro de ella con su sonrisa de oscuridad. 

--Kaede, Kaede, eres muy tonta. Kusanagi es fuerte, pero no es nada comparado a Hydra, que fue creada por mi padre y es superior a Susano, no por nada reina en el segundo elemento más poderoso después del sol. Quizás tu madre reina el Paraíso Entero, pero la luz de la luna puede eclipsar al brillo más grande, y con la luna roja a mi disposición, la oscuridad de dicho brillo se incrementa.--Explicaba la ojiazul lanzando una lluvia de estocadas frontales y en diversos ángulos con gran velocidad pareciendo que había una diversificación de lanzas contra la misma pelirroja. No obstante su oponente también fue lista y contraatacaba con la misma lluvia de cortes, la diferencia era que los desviaba y no tuvo en cuenta el ser semidivino de sus sentidos desarrollados. 

--Creo ahora entender por qué Shira tuvo problemas contigo. Su vista es muy útil, pero no tiene todos sus sentidos desarrollados y eso limita mucho tu imagen ilusoria o tus ataques devastadores, y de destrezas la mental tampoco la tiene muy procesada. Pero deberías entender Kyoko, yo he entrenado contigo y sé tus patrones de ataques, no soy como Shira y juro que te derrotaré, con o sin ayuda.--Prometía la cazadora divina devolviendo cada estocada con un corte cruzado, todos los movimientos de su contrincante eran bloqueados por la misma pelirroja gracias a su capacidad de visión y el sonido que envainaba la cuchilla, debido a eso y su rápida capacidad de procesación actuaba inmediatamente, eso hacía que su contraria no pudiera pelear adecuadamente. 

--Maldita Kocho… ¡eres insoportable!--Atinó a decir bastante furiosa alejándose de ella mediante un salto y quedar a una distancia muy notable. En eso realizó barras verticales continuas soltando aires cortantes y fuerzas de oscuridad latentes y potentes que continuaban para darle su merecido a aquella cazadora, en sí sabía de su habilidad, pero quizás no se esperaba los resultados que podía tener en el proceso cuando conociera el máximo poder que podía liberar, todo era una trampa de la semidiosa de la luna. 

--¿Ah? ¿Qué es eso?--Preguntaba la pelirroja un poco extrañada, por reacción combinando su poder divino activó su postura “Árboles Férreos” de manera que creó a través de diversos cortes una gran muralla con el fin de hacer una defensa inexpugnable contando en sí la afinidad de la radiación del sol para aumentar la temperatura del ambiente y contrarrestar el aire como dispersar la oscuridad. Sin embargo le salió mal, inmediatamente el muro fue destruido y casi dando a la usuaria, cerrando sus ojos en el proceso. 

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