Marvel Gay One Shots

Otra noche de alcohol (Steve x Clint)

Todo había empezado como un juego. Nat y Thor estaban fuera de la torre. Ella en una misión y él había dicho que pasaría la noche en casa de Jane.

Era viernes, y como todos los viernes Tony los arrastraba en alguno de sus estúpidos juegos que terminaban con todos ebrios, y sintiendo la resaca como hasta el domingo.

-No. Te. Creo... ¿cómo que nunca has jugado a "Verdad o Consecuencia"? hasta Capi aquí ha jugado alguna vez, ¿verdad? -Cuando Steve lo miró con cara de no entender absolutamente nada de lo que estaba hablando, Tony se agarró la cara con ambas manos en frustración-. Por favor Barton, dime que tu si lo has jugado.

- ¿Es ese juego donde uno pregunta cosas embarazosas o desafía al otro a hacer cosas embarazosas?

- ¡Exacto! -Exclamó Tony entusiasmado.

- Olvídalo.

-Tú sí que le quitas la diversión Legolas. Vamos, ¿qué daño puede hacer? Solo nos divertiremos un rato, ¿verdad?

Una hora después, habían tomado al menos dos botellas de Whisky. Tony estaba casi inconsciente despatarrado en el sillón. Bruce estaba en ropa interior, con apenas sus medias y sus bóxers puestos, aunque no parecía avergonzado. Clint al menos conservaba su remera, aunque dejaba poco a la imaginación porque apenas cubría sus largas y tonificadas piernas hasta sus pies descalzos como le gustaba llevarlos cuando estaba en la torre. Steve en cambio, llevaba toda su ropa puesta porque solo había elegido Consecuencia una vez, teniendo como "castigo" que besar a Clint.

El cuerpo cálido del arquero se acopló al suyo con facilidad, como si estuviesen moldeados el uno para el otro. Cuando Steve se sintió endurecer contra la pelvis del otro, se separó al instante dejando a Clint jadeante, sus labios rojos carmesí abiertos y húmedos lo invitaban al pecado. Sus ojos se cruzaron unos instantes, los suyos ardiendo, los de Clint vidriosos por el deseo. Una voz carraspeó, y la ilusión se rompió instantáneamente. Pero Steve, que no había conseguido que el alcohol siquiera le hiciera cosquillas, seguía aun duro como una roca.

Bruce se puso de pie, ayudando a Tony a estabilizarse. -Lo ayudaré a llegar a su habitación, tú encárgate de Clint -Le dijo a Steve.

- ¡Hey! Estoy aquí sabes, no necesito que nadie me lleve... -Exclamó Clint en protesta, pero cuando intentó ponerse de pie bruscamente un mareo lo hizo tropezarse hacia adelante, derecho a los brazos de Steve.

-Lo que tu digas Clint -Respondió Bruce con una carcajada, antes de alzar a Tony en sus brazos, sorprendiendo a los otros dos con una fuerza que ninguno imaginó que tuviera, sin Hulk de por medio.

-Lo siento... -Dijo Clint desenredándose de los brazos de Steve, aunque este alcanzó a ver que estaba tan duro como él a juzgar por la tienda que estaba formada en su remera. Sus mejillas estaban deliciosamente rojas por el alcohol, quizás por algo más-, no necesitas ayudarme. Puedo solo...

-Te acompañaré de todas formas -Le respondió Steve. La imagen de Clint con sus largas piernas expuestas, mordiendo uno de sus labios claramente nervioso, era sumamente sexy.

-OK -Respondió simplemente Clint, dándose la vuelta para regalarle a Steve la vista de su firme y redondeado trasero, todo el camino hasta su habitación.

Steve no le dio tiempo a reaccionar, en el momento en que cruzaron la puerta de su habitación sus labios estaban siendo devorados con ansias por el Capitán. Las manos de Steve lo arrinconaron contra la puerta, moviéndose por todo su cuerpo, su lengua bailando en el interior de su boca una danza de dominio contra la suya propia. Clint nunca se sintió tan vulnerable en su vida, sintiendo el enorme cuerpo de Steve apretarse contra el suyo, las enormes manos de este sujetarlo por el trasero mientras refregaba su bulto contra su entrepierna separada apenas por la tela de sus ropas. En menos de un segundo Steve le había quitado el calzón, cayendo de rodillas para tomarla entera en su boca.