como aquellos de 1995 || Draco Malfoy

[16]

Sus palabras me hicieron erizar la piel y hacer que mi estómago se revuelva, como si millones de mariposas estén volando dentro de él.

-no, Draco, no empieces.-dije intentando de irme, pero él me tomó de los brazos y me acercó a su cuerpo.

-Annette, hablo en serio. Eres la primera y la única persona a la que amé y amaré por siempre. –confesó-. Sé que no lo haré, sé que no amaré a nadie como a ti.

-Draco, ya basta. Mi vida estaba ordenada, me había costado, pero lo había conseguido. Luego llegaste tú, con tu vida sencillamente acomodada, con uno que otro error, pero tú pila de libros se cayó en la mía e hizo que también se derrumbara. Toma tus libros, vuelve a hacer tu pila y déjame también hacer mi pila de nuevo.

-si mi pila se cayó, fue porque la base estaba mal.

-pues constrúyela.

-¿Qué no entiendes que esa base eres tú? Eres ese primer libro y la pila cayó ya que ese primer libro estaba abierto.

-pues ciérralo.

-¡no es tan fácil!-exclamó

-¿crees que para mí fue fácil? –exploté- ¿Crees que fue fácil luego de lo que TÚ hiciste? No te das una idea de la cantidad de noches que te lloré. No te das una idea. –Repetí- lloraba por las noches, cuando nadie me veía, desahogándome SOLA, para luego durante el día reír con mis amigas y mostrarte a ti que a pesar de que me destrozaste, seguía completa. No iba a permitir que me vieras mal, llorando. Adivina que le decía a mis amigos y a mi hermano cuando me preguntaban cómo estaba ¡Adivina! –grité golpeando con mis puños su pecho

- que estabas mejor. –respondió bajando su cabeza

-que estaba mejor. –Repetí- mejor. –reí. - ¿sabes la verdad? Estaba peor. Peor cada día que pasaba, más humillada, más triste. Todo eso fue tu culpa, tu maldita culpa. -golpeé aún más fuerte su pecho y Draco tomó mis brazos por mis codos

-sabes que lo que hice lo hice porque te amaba y porque te amo. –dijo él mirándome algo apenado

-si me amabas o me amas, como dices, no lo hubieses hecho. Me hubieses defendido, te hubieses revelado, hubieses hecho algo más que solo aceptar. –masculle dando un nuevo golpe en su pecho

-¡no supe qué hacer! ¿Está bien? –explotó. – no supe cómo reaccionar y solo acepté que no te hicieran daño.

-quizás ellos no lo hicieron, pero tú sí me lastimaste, y mucho más de lo que ellos me hubiesen dañado.

Sus ojos se cristalizaron y no escondió las lágrimas que se deslizaron por sus mejillas.

-No digas eso. –suplicó en un hilo de voz. – por favor, no digas eso.

Intentó abrazarme, pero lo empujé hacia atrás. Nos quedamos unos segundos en silencio, diciendo mil palabras con nuestros ojos.

Retrocedí unos pasos, aun con nuestras miradas conectadas y bajé las escaleras velozmente.

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sé que es corto el capitulo, pero les quería dar un poco más.  

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