Cliché

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— ¡Rayos! —Pronunció nuestro querido Seungmin mientras corría hacia la ducha.

Era su primer día y llegaba tarde... como siempre, para qué les miento, lo suyo no es ser puntual.

Por esa misma razón es que tenía experiencia en hacer todo demasiado rápido, podría salir de su casa en cinco minutos si quisiera.

Seungmin corría lo más rápido que podía, tenía poco tiempo para llegar y todavía le faltaba bastante camino.

Cuando por fin llegó, efectivamente la puerta del salón estaba cerrada. No había llegado a tiempo, qué novedad.

Al menos tenía la típica excusa de alumno nuevo que se perdió, la cual no dudo ni un segundo en usar.

Tocó la puerta y en cuestión de segundos fue abierta por un hombre de aproximadamente cuarenta años.

— Hola, soy Kim Seungmin, el nuevo alumno de esta clase, le pido disculpas por llegar tarde, pero no encontraba el aula. —Dijo con su mejor cara de perrito deplorable esperando que se tragara la excusa.

—Oh, está bien, no se preocupe, pase.

Misión cumplida.

Seungmin sentía las miradas curiosas –chismosas– de todos. Era incómodo.

— Alumnos, él es Kim Seungmin, su nuevo compañero, por favor trátenlo bien.

Todos observaban atentamente como el profesor pasaba su mirada por todo el lugar buscando un asiento libre.

— Puedes sentarte ahí —Señaló la mesa del fondo donde se encontraba un chico mirando fijamente.

Hicieron contacto visual.

Seungmin quería desaparecer de la vergüenza.

El chico era muy lindo. Sus ojos relativamente grandes, su nariz perfecta, sus labios rosados, sus largas pestañas, todo era perfecto.

Digamos que Hannie se enamora muy rápido, MUY rápido, y pues básicamente esta no fue la excepción. Lo supo en el momento que caminó con la cabeza baja y sus tiernas mejillas se encendieron como tomates de solo pensarlo.

Cuando llegó se sentó en la silla vacía y no se movió más. Sentía la mirada curiosa de su compañero de banco y eso lo hacía ponerse aún más nervioso.

Después de un rato escuchó la voz del profesor despidiéndose. Estaba listo para salir corriendo cuando vio una mano moviéndose frente a su cara.

Miró hacía un lado y vio al propietario, era el chico lindo, su compañero de banco.

— ¡Hola! —Pronunció de manera efusiva.

— Hola...

¿Cuál es tu nombre?, Me gustaría saber sobre ti.

Lástima que no se atreviera a decirlo.

Torbellino. Eso es lo que sentía Seungmin, un gran torbellino de emociones.

 Eso es lo que sentía Seungmin, un gran torbellino de emociones

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Cliché ; HyunMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora