Jessica
Iba en bici por Cape May, el pueblo en el que siempre he vivido. Llevaba los cascos puestos en los que sonaba Old Me de 5sos. Llevo escuchando ese grupo desde que tengo uso de razón, a mí y a mi madre nos encanta. A mi padre también le gustaba, pero murió 4 años atrás, a veces me gustaría poder seguir escuchando con él todas nuestras canciones a todo volumen en el coche. Mi padre era una persona maravillosa, todos los días aprendía algo nuevo de él, era mi ídolo. A pesar de todas las cosas buenas que tenía mi padre, no podía evitar siempre que pensaba en él sentir una presión en el pecho muy grande, incluso después de 4 años no podía parar de pensar en ese día...
Me encantaba Cape May, llevaba viviendo ahí desde que tenía uso de razón. Tenía todo lo que a mi me gustaba la playa, los quioscos del paseo marítimo por el que siempre salía a pasear todas las tardes para ver el atardecer o la cabaña de la playa que construyó mi padre en mi 5º cumpleaños, cabaña en la que yo y Marc, mi mejor amigo, íbamos a leer los fines de semana. Las hogueras en la playa que hacemos todos los sábados mis amigos y yo, las acampadas con Marc y Lia - su hermana -, incluso las cenas familiares que hacíamos los viernes por la noche mamá, mi hermano mayor Mateo, mis abuelos y yo. Me encantaba mi vida, obviamente no era perfecta, pero me gustaba. Siempre había sido bastante popular en el colegio, así que en el tema de las amistades no podía quejarme.
Mientras iba cantando la canción que acababa de empezar a reproducirse, me fijé en la casa que había al lado de la mía, llevaba toda la vida desalojada, es decir, tenía dueños pero nunca venían. Mi madre siempre me hablaba de estos, la propietaria era su mejor amiga de la infancia, Mónica, pero al acabar la carrera universitaria se tuvo que mudar a otra ciudad a trabajar en lo que siempre había soñado. A medida que me iba acercando, me di cuenta de que había una familia en frente de la casa, y solo me hizo falta ver a esa mujer rubia con ojos azul cielo para saber que era Mónica. Era una familia numerosa formada por los padres, dos hijas y un hijo...
Oh dios mío qué guapo es el hijo...
Sacudí la cabeza para desviar esos pensamientos de mi cabeza y dejé la bici en la puerta de casa para ir a hablar con ellos.
Sabía perfectamente que iban a venir. Aun podía recordar los saltitos de alegría que daba mamá por la casa hace 2 meses atrás, después recibir una llamada telefónica de Monica anunciado que se volvían a mudar a Cape May.
Precisamente por eso, no había ido a la fiesta que daba mi amiga Isa. Sabía que hoy llegaba Monica y quería estar presente.
Iba a ser un poco difícil hablar con ellos si no apartaba la mirada de su hijo. Me arme de valor y empecé a caminar hacia ellos.
-Hola, ¿Mónica?- quería asegurarme de que la que tenía delante era Mónica, no me apetecía hacer el ridículo.
-Oh hola preciosa... Sí, soy Mónica.-hizo una pausa para observarme mejor.- ¿Nos conoc... ¿Jessica?
No pude evitar sonreír al poder comprobar que sabía quien soy.
-La misma.
-Mirate, estas echa toda una mujer.
El hijo al oír eso levantó los ojos de su teléfono móvil y me hizo un repaso de pies a cabeza, acto seguido se quedó mirándome a los ojos intensamente antes de volver a lo suyo.
-Estamos encantados de por fin poder conocerte.- dijo su marido.
-Habla por ti, yo la conozco como si fuera mi propia hija.-ni 1 minuto de conversación y cada vez Mónica me caía mejor.-Este es mi marido Jack
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Lluvias de verano
RomancePorque no siempre todo sale según lo previsto, porque con un simple error todo se estropea, porque con un solo te quiero y unos cuantos besos todo cambia radicalmente. Jason tendrá que aprender a amar y Jessica tendrá que enseñarle. Porque unas cuan...