I don't wanna lose you

Capitulo tres: "Platicas"

Narra Jacob

Miles parecía buen chico, a pesar de las razones por las que estaba aquí. Era amable, y me hacía sonrojar con frecuencia, a veces inconscientemente.

— La habitación es hermosa — Dijo.

— Sí, lo es. De hecho, es la habitación más grande, me acabo de cambiar hace unos días, antes de que vinieras.

— ¿Por qué?

— Tus padres pagaron por la más grande. 

Pareció pensar un poco, y después sonrió.

 — Supongo que no me odian después de todo — Reímos —. ¿Y por qué te pusieron conmigo? 

— Querían que tuvieras compañía.

— ¿Eres nuevo...?

— No, pero me pusieron contigo porque... Bueno, mejor no hablemos de eso, ¿quieres ir por algo de comer a la cafetería?

— Claro.

Mientras él comía, yo lo admiraba. Era alto, de 1.87 por lo menos, tenía los ojos grises y una figura algo trabajada, aunque sólo se veía si se quitaba la camiseta, y su pelo era castaño. Era demasiado lindo.

— ¿Pasa algo? — Me dijo, y me saco de mi trance —. ¿Por qué me miras tanto? ¡¿Tengo algo en la cara?! — Saco un espejo de su bolsillo y se miro asustado. Suspiro al ver que seguía igual de perfecto y lo guardo. 

— Lo-lo siento...

— Está bien, sólo no me asustes así. Creí que tenía algo en el rostro. 

—  ¿Tienes novia? — Fui muy directo.

— ¿Ah? No... No, últimamente creo que las mujeres no me gustan... — Hizo una pausa, y me miro con los ojos como platos —. Perdón, sé que no te interesa.

— Oh, no pasa nada. Estamos en confianza — Me sonrío.

— ¿Y tú? ¿Tienes novia?

— Ah, no, yo soy gay — Sonreí y agache la cabeza.

— ¿Novio?

— Nadie se me acerca. Eres mi primer amigo.

— ¿Por qué nadie se te acerca? Eres muy amigable y lindo.

Me sonroje.

— Gracias. Lo que pasa es que saben que soy gay, y creen que se los pegare. Son unos idiotas.

— Agh, la gente así es la que da asco. 

Seguimos hablando por horas hasta que llego la noche.

— Duerme, ya casi son las diez y si el capitán no te ve dormido te hará hacer sentadillas.

— Buenas noches.

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