Me siento...
Humillada
Decepcionada
Triste
Avergonzada (Por algo que yo no e hecho)
Enfadada (Conmigo) por ser tan ingenua y no ver lo que el me hacía.
Si, así es exactamente como me siento, pero sobre todo furiosa, ¿Por qué fui tan tonta e ingenua?¿Por qué no le plante cara, cuando me dejó por llamada?¿Por qué?
Hay tantas preguntas.. Como por ejemplo: ¿¡POR QUE FUI SU PUÑETERA APUESTA!? O está es mejor, ¿¡QUE MIERDA SE APOSTO!? ¿Mi primera vez? No creo... eso solo pasa en los libros y en las películas, pero igual... se a hecho realidad y el muy maldito se a apostado eso, aparte que después de esa noche el a cambiado. Tiene que ser eso.
— Preciosa, ¿Que te a pasado?— Pregunta un Ian preocupado.
— La vida es una mierda.— Le respondo. — Y te la pega cuando menos lo esperas...— Continuo hablando.
— ¿Por?¿Que te an hecho?— Pregunta.
— Destrozarme.— Contesto, volviendo a llorar.
— ¿Quien lo a hecho?— Vuelve a preguntar.
— Nadie.— Le respondo de manera borde y se que esta mal, pero no para de preguntar y aunque agradezco su preocupación ahora mismo no estoy para preguntas.
— Me voy.— Dice fríamente, levantándose del sofá en el que estamos sentados.
— Bien.— Respondo, aunque no quiero que se vaya.
Pero eso lo decide el sólito...
Comienza a caminar hacia la salida de mi casa, pero antes de que el pueda abrirl la puerta es abierta de golpe ni mas, ni menos que por mi queridisima madre.
— ¿En serio?— Pregunta riéndose, derrepente.
¿De que se rie?¿Va drogada? Porque no lo entiendo...
— Traes a chicos...— Continua diciendo.— ¿¡Quien te dijo que podías traer chicos!?— Grita asustandome a mi y a Ian, ya que el la tiene delante de sus narices.
La mami da miedito.
Ian sale rápidamente de la casa y mi madre cierra de un portazo, para luego mirarme mal.
— Ya lo decia tu padre...— Murmura derrepente y la miró curiosa.
¿Que decia mi padre?
— Siempre fuistes una cualquiera.- Dice y eso me hierve la sangre.— Traerte chicos a casa, cuando estas sola.— Me mira mal, como con desaprobación.
Lo que me faltaba.
— Si alguien no se fuera...— Atacó.— Además, solo son amigos.— Le digo con rintintin.
— Claro.— Se rie.— Con derecho.— Dice llendo a la cocina.
— Estate tranquila... que de momento mi queridisimo padre no tiene razón.— Digo con seguridad.
— Mira como as cambiado, ahora me contestas mal, pequeña puta.
— Se ve que te estás sentado mal salir demasiado de viaje.— Digo enfadada, pero controlandome.
Es mi madre...
— Mañana viene mi pareja a vivir aquí y espero que te calles, lo respetes y lo trates como si fuera un rey, mocosa.— Dice.
Me voy sin decir nada y con toda la rabia, dolor y tristeza del mundo, me encierro en mi habitación.
Haber si consigo descansar algo...
♡♡♡
Cuando despierto dirijo mi mirada hacia la ventana y me doy cuenta de que ya es de noche, así que ni me levanto y me quedo hechada en la cama.
— La vida es una mierda.— Me vuelvo a repetir.
Esa es la única frase que pienso y digo todo el santo rato.
Me levanto y me voy directa hacia el baño, para darme una ducha con agua ardiendo y intentar que se borre toda huella de mi piel.
Cuando llego, me desnudo por completo y me meto a la ducha, para luego encender el agua caliente y esperar a que empieza a salir humo. Cuando eso pasa comienzo a ducharme y aunque me queme y me duela con el alma... prefiero este dolor al que siento todo el puto día.
Ya no se ni que hacer...
Una vez termino, salgo de la ducha y salgo sin toalla alguna, al fin y al cabo... estoy en mi casa. Cuando me miró a un espejo que tengo de cuerpo completo, me doy cuenta de que tengo todo el cuerpo rojo.
El agua caliente.
— ¿Que mierda...?— Dicen a mis espaldas y me giro sin pensarlo dos veces.— Oh...— Dice con la voz más ronca de lo normal y respirando lentamente.
Parece un animal y... ¿Por que me mira como si quisiese comerme?
Cuando miro hacia donde estan viendo sus ojos, me doy cuenta de que estoy desnuda y de que el, me está mirando o haciendo el intento de no mira mi desnudez, o mejor dicho mis pechos.
Rápidamente me cubro con la sábana que hay en la cama y entonces el, devia la mirada hacia la pared.
Degenerado.
— ¿¡Que haces aquí!?— Le chillo.
— Venía a ver como estabas...— Dice con una voz demasiado ronca y gutural.— Pero me he dado cuenta que estas muy bien... demasiado, pero un poco rojita.— Dice susurrando las últimas cuatro palabras.
— Imbecil.— Le digo.— Mientras saco la ropa del armario y comienzo a ponérmela rápidamente.
— Preciosa.
— Tonto.
— Hermosa.
— ¡Ya!— Grito enfadada.
— Lo que tu digas, preciosa.— Dice guiñandome un ojo, cuando le digo que ya se puede girar.
— Que pena...— Comienzo a decir.— Tan guapo y tan tonto.— Le digo, poniendo cara de disgusto.
— Por lo menos soy guapo y tu lo as admitido.— Dice sonriendo con arrogancia.
Estúpido, prepotente...
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La Chica De La Apuesta.✔
Teen FictionSabéis eso que dicen; Te da el cielo y luego te lo arrebata. Pues eso mismo le paso a Emma Johnson, una chica normal, la cual no se metia en problemas, pero por desgracia, los problemas llegan a ella. Izan Jones, es un cantante, el chico mas popular...