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Jungkook y Taehyung corrían debajo de la lluvia riendo a carcajadas con las manos entrelazadas, mientras escuchaban el sonido de la sirena muy lejos de ellos.
Resulta que hace unas cuantas horas, ambos chicos se encontraban en su primera cita, por lo que decidieron hacer algo más... original, por decirle así.
Habían acordado de verse en la madrugada en un lugar muy poco conocido para poder hacer algunas travesuras, algo que ambos habían querido hacer pero no se atrevían; grafitear un autobús escolar, algo loco, ¿verdad?
Un día antes habían comprado lo necesario, ambos se encontraban emocionados porque algo que a los dos les gustaba era Dibujar/Pintar, así que aprovecharían su talento para hacer una obre de arte en algún autobús.
Las manos de ambos chicos se movían con agilidad, llenando de colores y dibujos el aburrido autobús color amarillo, casi naranja. al fin habían terminado su hermosa obra de arte, se encontraban admirándola; Jungkook estaba detrás de Taehyung, y su mano se mantenía unida con la de Taehyung por encima del hombro del mismo. Apreciaban lo que habían echo con una gran sonrisa en el rostro, sonrisa que fue borrada cuando escucharon el sonido de una sirena; para su mala suerte, una patrulla andaba por esos rumbos, recordándoles a ambos chicos que lo que estaban haciendo no era lo más correcto.
Cuando llevaban unos cuantos minutos de correr, sintieron gotitas de agua empezar a caer en sus rostros, por lo que se miraron cómplices, agarraron con mas fuerza la mano contraria (que no se había soltado en ningún momento) y empezaron a correr aún más rápido, hasta que lograron perder la patrulla.
-Eso fue... intenso- dijo Taehyung jadeando, tratando desesperadamente de llenar sus pulmones con aire, nunca había sido bueno en los deportes.
-Si que lo fue- sonrió limpiándose el sudor combinado con el agua- ¿Esperamos aquí o nos vamos corriendo a mi casa? -espero unos segundos una respuesta, pero esta nunca llegó- ¿Hyung? ¿Qué le pasa, Hyun- -sus palabras quedaron atoradas en su garganta en el mismo momento en el que sintió algo suave posarse sobre sus labios.
Taehyung lo estaba besando...
Taehyung lo estaba besando...
¡Por la puta madre, Taehyung lo estaba besando!
Cuando logró reaccionar siguió el beso, sus ojitos se habían cerrado y llevó sus manos a la pequeña cintura de Taehyung, atrayéndolo más a su cuerpo, y Tae llevó sus manos al cuello de Jungkook, poniendo ambos brazos en el cuello de este, acariciando su cabello con lentitud.
Empezaron a mover sus labios de manera tímida y lenta, soltando suspiros llenos de satisfacción. Sus corazones latían al compas, sentían las típicas mariposas en el estomago revolotear con euforia.
-Vamos a tu casa- dijo Taehyung como si nada, volviendo a tomar la mano de Jungkook, para salir corriendo en dirección de la casa del menor.
Cuando llegaron a la casa de Jungkook, entraron rápidamente al empezar a temblar del frío.
-Espere aquí hyung, ya regreso- se soltó de la mano del castaño y empezó a correr en dirección a su habitación, cuando llegó saco algunas toallas, una frazada y bajo de regreso hacia donde había dejado a su hyung- Tome, Tae Hyung, séquese que se puede enfermar- hizo un puchero y le entrego la toalla, se secó rápidamente y fue a la cocina a calentar un poco de chocolate que había en la estufa.
Luego de unos minutos regresó, extendiéndole la taza a Tae, quien ya se había terminado de secar. Escaneo a Taehyung con la mirada y se dio cuenta de algo; la ropa del castaño estaba empapada. Volvió a correr a su habitación y empezó a desnudarse a una velocidad increíble, se puso uno bóxer limpio, un pantalón de chandal y una sudadera, re-buscó entre sus cajones algún otro pantalón mas pequeño porque el tenía más mosculatura que su hyung, sonrió victorioso al encontrar uno, busco otra sudadera y la dejó en la cama, sus majillas se colorearon ligeramente al darse cuenta en que le tenía que dar un bóxer a Tae, por lo que buscó alguno nuevo, y, para su suerte, encontró un bóxer negro. Dejó toda la ropa encima de la cama y cuando iba a bajar vio el bonito gladiolo multicolor que se encontraba en un florero en su mesita de noche, la agarro y bajó otra vez, se dirigió a la sala y vio a Tae con la tacita en sus manos, escondió la flor detrás de su espalda y se acercó a el castaño.
-Hyungie, arriba le deje ropa, puede ir a cambiarse si gusta- murmuro tímido, bajando la mirada.
-Muchas gracias, bebé- sonrío y dejó un pequeño beso en el puchero del contrario, agarrándolo por sorpresa- bajo en un momento.
Jungkook quedó en un pequeño Jungshok, hasta que unas pisadas lo regresaron a la realidad.
-Qué tal me veo, Jungkookie? -dio una vuelta, sonriendo mientras le guiñaba el ojo a su pequeño bebé.
-Muy-Muy bonito, Hyung -sonrió con las mejillas rojitas.
Se acercó al castaño con las manos tras la espalda y le extendió la rosa a su Hyung- Es para usted Tete hyung
Taehyung agarró la rosa con una gran sonrisa, se acercó más a Jungkook y lo jaló hacia el, haciendo que ambos cayeran sobre el sofá, Jungkook encima de Taehyung, este sonrió, puso sus brazos en el cuello y lo atrajo a el, uniendo nuevamente sus labios, empezando a moverlos de manera lenta y pausada, inmediatamente sintió las manos de Jungkook en su cintura, lo que lo hizo soltar un suspiro de satisfacción.
Y así dio inicio a una noche llena de besitos inocentes.
