Esos impulsos que surgen de la nada pueden ser la mejor casualidad o el peor error de tu vida.
—Andreus —repito como si así me convenciera de que no es un sueño.
Verlo otra vez despierto hace que tenga miles de sentimientos encontrados, es algo que no sé explicar cómo si viera las cosas de otro modo.
Sus ojos verdes me miran eufóricos pero no se mueve de su lugar.
—Continúa la oración —pide.
Mis piernas se sienten pesadas ante el sonido de su voz. ¡Maldición! Han pasado cinco años y sigue causando el mismo efecto en mi.
Adrián sigue en el mismo lugar mientras la canción continúa; volteo a verlo de reojo notando la sorpresa en su expresión. No lo pienso mucho antes de apaltarme de él.
—¿De que hablas? —le pregunto.
—Hace cinco años te interrumpí —indica caminando despacio hacia mi.
—Voy por algo de beber —murmura Adrián dejándonos solos. Quiero detenerlo pero al mismo tiempo siento el deseo de estar sola con Andreus y platicarle sobre todo lo que ha pasado.
¡Dios! Los nervios me matan, parezco quinceañera.
—Vamos, quiero escucharlo —pide.
—No puedo —desvio la mirada—, en ese tiempo estaba confundida y no me daba cuenta de lo mucho que despreciaste mi afecto —¿Quieres mi amor? —sonrio—. Pues lucha por él.
No quiero verle la expresión, es que es algo tan difícil de explicar, temo que si lo vea a los ojos cambie de opinión; no he dejado de sentir amor por él pero el amor que ahora siento por mi es más grande que cualquier cosa y no voy a permitir que absolutamente nadie juegue con mis sentimientos y mucho menos con mi dignidad.
Vuelvo mi mirada a él, está vez sin divagar ni huir de ella porque ya no soy esa joven de veinte años inmadura e insegura.
Su mirada es cálida nada comparado con lo que imaginé, no se mueve de su lugar y yo tampoco lo hago, la música se deja de escuchar y es como mi señal para al fin salir a la fiesta y descubrir la razón de porque lo despertaron.
—Pasé cinco años dormido aferrado a una sola cosa —dice cuando paso por su lado—. Me aferré con todo a escucharte decir eso y ahora me estás retando.
—No te estoy retando, solo cuido mi corazón.
Salgo de ahí con la cabeza en alto, porque eso es lo que debí hacer desde un principio porque...
Si no te amas nadie lo hará por ti.
Si no sabes lo que vales nadie se encargará de hacértelo saber, debes amarte, cuidarte y sobre todo valorarte porque eso se llama amor propio.
Llego nuevamente a la fiesta viendo como todos prestan atención a Hugo quien junto a Rinaldo y Elizabeth mi madre se preparan para hablar.
—Buenas noches a todos —saluda Hugo— para mí es más que un honor celebrar mi cumpleaños junto a ustedes mi familia y nueva generación —hace una pausa mirando a la multitud—. Ustedes son afortunados, serán los primeros en repoblar la tierra.
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Ryche. ©
Mystery / ThrillerEn un mundo de monstruos ser normal no es una opción. Casi siempre los planes fallan y te traiciona quien menos crees pero si hay algo que despierta la esperanza, es el querer que quien te hizo el mal pague por ello. Conoce está historia donde las a...