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Capítulo 44: Preparativos

Dexter estaba succionando cada gota de sangre en mi cuerpo, éste, perecía no tener control sobre sí mismo, no podía deternerse. Comencé a sentir cómo mi cuerpo de debilitaba, mientras que mis piernas ya no podían sostener el peso de mi cuerpo.

Sentí un leve mareo mientras abría los ojos parcialmente y veía a los Victorian mirarnos mientras Dexter acababa lentamente con mi vida.

¡Qué ilógico! Moriría a manos del hombre que quiso salvarme la vida. Moriría, a manos del amor de mi vida.

Comencé a ver cómo todo se oscurecía, y cómo, un pitido comenzaba a sonar en mis oídos, en tanto mis ojos trataban de cerrarse.

—¡Para por favor! —Susurré con mi último aliento.

En ése momento, veo cómo Dexter, se despega de mi cuello en tanto me mira horrorizado. Comencé a mirar sus labios cubiertos de mí sangre, en tanto veía, cómo sus colmillos desaparecían lentamente, y sus ojos se volvían a tornar ése verde que tanto me gustaba.

Veía cómo la boca de Dexter se movía, parecía que éste decía algo, pero no escuchaba sonido alguno.

Vi, cómo los Victorian me miraban mientras estos, procedían a salir de la habitación. Dexter, rápidamente, me acostó en el suelo mientras corría hacia el baño, tras algunos segundos, éste salió corriendo con algo en sus manos. Algo, lo cual rápidamente, comenzó a frotar en mi nariz.

Un olor fuerte, me hizo fruncir el ceño mientras trataba de voltear mi rostro para que Dexter sacara de debajo de mi nariz, lo que yo pienso, era alcohol.

Tras algunos minutos, comencé a escuchar el llanto de Katrina mientras mi cuerpo, comenzaba a volver en sí.

—Emily, ¡lo lamento! —Sollozó Dexter mientras me ayudaba a levantarme del suelo.

—¿Dónde están los Victorian? —Dije mientras Dexter me sentaba sobre la cama.

—Se fueron, ya terminamos el pacto de sangre. Ya no nos molestarán. —Pasó su mano sobre mi cabello mientras me miraba atentamente.

—¿Funcionó el pacto? —Le miré todavía un tanto confundida.

—¡Sí, funciono! Pero estoy muy avergonzado, casi te mato Emily, lo lamento. —Bajó su mirada al suelo.

—Está bien, lo lograste. Estoy muy orgullosa de ti. —Sonreí mientras levantaba su rostro delicadamente con mi mano.

Dexter, me miró y sonrió. Luego, éste, se acercó a la cama de Katrina, la cargo y me la entregó.

—Creo que la niña tiene hambre. —Me entregó a Katrina en tanto yo procedía a darle pecho.

Ya me sentía un poco mejor, estaba algo mareada y sin fuerzas, pero sobreviviría. El estar con vida, y no haber muerto en éste día, era más que suficiente. Además, el tener a mi niña en mis brazos, me hacía sentir que, sea como sea, lo habíamos logrado.

Dexter, se sentó a mi lado en la cama mientras yo alimentaba a Katrina. Éste, sujetó mi mano mientras me miraba con una sonrisa de medio lado.

—Estoy feliz porque las tengo a las dos en mi vida. Pensé que las perdería. —Sonrió. —No vuelvas a querer dar tú vida por la mía, si tú mueres, mi vida no valdría nada. —Pasó su mano por mi rostro suavemente.

—Y la mía sin ustedes dos, tampoco. —Sonreí mientras éste se acercaba a mí y me besaba.

Tras algunos minutos, luego de alimentar a Katrina, de limpiarla después de ésta hacer sus necesidades y de dormirla. La coloqué el su cama mientras miraba cómo la herida de su ceja cicatrizaba poco a poco.