#15: "Hanna Solo"

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Sus ojos permanecieron abiertos durante un buen rato hasta que las puertas de su habitación se abrieron para dejar entrar a un sanador. Llevaba consigo una tableta en la que podía controlar los datos de su estado, entre otras cosas que claramente no le permitirían ver.  Quitó su mirada de aquel muchacho y regresó atención al techo blanco e impoluto que la Primera Orden cargaba encima de ese gran destructor.

-¿Cómo se encuentra?

-¿Psicológicamente? -preguntó con cierto tinte irónico -, creo que estoy bien. ¿Quién podría saberlo?

-Tenga la confianza de expresar lo que siente, Senadora -sonrió apenas y giró su cabeza hacia la voz del sanador -. Nos preocupamos por nuestros invitados.

-Eres un droide extraño.

-¿Cómo sabe que soy un droide, Mi Lady?

-Reconocería un sistema de droide de protocolo unidad 3PO diseñado para interactuar con humanos. Además, no sudas -este llevó su mano hacia su mejilla -. Disculpa, no quería ser descortés.

-Muy pocos notan la diferencia -murmuró pensativo -, usted no es una humana corriente.

-Gracias, lo tomaré como un cumplido -se arrellanó en la camilla y soltó un suspiro de satisfacción -. ¿Puedes bajar las luces? Es molesto tener tanto brillo sobre mi rostro.

*

Kylo Ren miró a 969-C con intensidad. El droide dejó la tableta con los informes encima del escritorio de este e hizo una reverencia respetuosa frente a él. Los guardias se retiraron en cuanto Kylo Ren les hizo un gesto con sus manos y una vez quedaron solos, se quitó su casco para tomar los informes de 969-C.

-Estos son los resultados que me pidió, Líder Supremo. No cabe duda de que los números hablan por sí solos -este no dijo nada y bajó finalmente la tableta -. En cuando a los midiclorianos, no hay registros de ellos -esta vez, Kylo Ren levantó su mirada.

-¿Estás seguro? Mi fuente más cercana dijo que hace uso de la Fuerza.

-Usted, podrá ver en los informes, no hay midiclorianos, no una cantidad suficiente para hacer un estudio completo y dar por hecho que hace uso de la Fuerza.

-¿Los oculta?

-Hasta dónde sé, Líder Supremo, eso es imposible a menos que provenga de los Yuuzhan vong, lo cual veo poco probable sabiendo su origen genético. Todo ser vivo posee al menos una cantidad de midiclorianos para ser percibida y para pasar por desapercibido. Pero las razones pueden ser aún más sencillas para comprender el porqué -explicó tomando la tableta con una de sus manos y buscó rápidamente un estudio en específico -. Aquí -murmuró apuntando con su dedo -, el gráfico muestra que ella está muriendo gradualmente.

Kylo Ren se sintió incómodo con aquella noticia. ¿Morir? 

-¿Ella lo sabe?

-Yo creo que, desde mi ignorancia, lo sabe -asintió muy seguro de sus palabras.

*

Temiri Blagg cayó al suelo cuando lo soltaron de las cadenas. No podía ver claramente, pero sabía que se trataba de dos de sus compañeros perteneciente a los Caballeros de Ren. Intentó colocarse de pie, pero el daño que Kylo Ren le había hecho apenas le permitía ser consciente de lo que hacía. Estaba vulnerable, deshecho.

-Me pregunto qué hizo su estudiante favorito para recibir tremenda paliza.

-Oh, no, ya es claro que no es el favorito -ambos se rieron mientras se acuclillaban para tomarlo de los brazos y colocarlo de pie -. Levántate, soldado, esto apenas comienza -murmuró este entre risas.

Lo arrastraron fuera de la celda y lo llevaron de la misma manera hasta el centro de entrenamiento. Lo soltaron como a un costal de papas, ni siquiera tuvo las fuerzas para evitar la caída. Se giró como pudo y se quedó boca arriba luchando por serenar su respirar. 

-Temiri...  -cerró sus ojos, no quería oírla, pero eran una de las tantas cosas que no podía dejar ir-. No puedo retrasarlo más. Debo hacerlo.

-No -susurró -, aún puedo ayudarte. Déjame ayudarte...

-No puedes, sé que no puedes -sintió duda en ella, había algo más allá de su preocupación -. Te daré tiempo.

Temiri abrió sus ojos tan repentinamente como la conexión acabó, esquivó un pisotón con sus brazos. Hanna le había dado una parte de su energía, lo sabía, podía sentir ese calor alojado en su pecho despertando al resto de sus células del letargo. Se colocó de pie de un movimiento resorte y se colocó en posición de ataque.

-¡Atrápenlo! -gritó uno de ellos sacando de su cintura el sable de luz rojo doble. Y este fue al primero que Temiri neutralizó quitándole su sable -. Maldito -escupió este.

-¿Qué pasa, te dolió? -tenía que salir de allí, no tenía tiempo para demostrar algo en lo que no estaba interesado. Miró a los otros dos, los cuales ni siquiera intentaron moverse y en su lugar se hicieron a un lado para dejarle pasar -. Gracias.

-No agradezca, sólo desaparece antes de que nos arrepintamos -asintió.

*

No dio ni dos pasos por los pasillos que las luces rojas aparecieron para alertar de un problema. Temiri intentó hacer contacto con Hanna, pero esta parecía haberse esfumado. En medio del caos, se encontró con su padre que lo miró de pies a cabeza.

-¿Te encuentras bien? ¿Qué rayos sucedió contigo?

-Hanna, Hanna Solo, ¿dónde? -respondió en su lugar. Lo último que podría importaba en ese momento era su aspecto -. ¡Padre!

-No lo sé, pero si estás tan desesperado, significa que ella tiene algo que ver con las malditas sirenas. ¿A caso dijiste Hanna Solo?     

Hanna Solo [Pt. II] - [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora