Locuras entre machos de Ecomoda

Durmiendo con el enemigo

- Mario, Daniel ¿Qué rayas está pasando aquí? – dijo Armando aferrándose a la puerta para no caerse del impacto.

- Nada, nada está pasando – dijo Daniel desesperado y sin saber que inventarse mientras se acomodaba su ropa.

- Armando, todo tiene una explicación – dijo Mario tratando de calmar a su amigo.

- Tú también eres como Hugo, Mario – dijo Armando con cara de asombroso y desagrado.

- ... - Mario no entendía porque pone la conducta de su amigo, ya que ya sabía sobre él.

El presidente cierra la puerta y se va como si hubiera visto un fantasma.

- Esto fue una estupidez – dijo Daniel rascándose la cabeza y bien asustado.

- Espera yo voy a hablar con él – dijo Mario calmándolo.

- Y que le vas a decir, como vas a explicar. Fui mala idea esto – dijo Daniel.

- Tu camisa esta dañada, tu quédate aquí yo te traeré otra en bodega – dijo Mario.

- ¡Mario! – exclamo Daniel.

- ...- miro a Daniel ya casi saliendo de la puerta.

- Convence a Armando que no vaya a hablar – dijo Daniel preocupado.

- Eso hare – dijo Mario.

Mario salió a buscar al presidente desesperado, pregunto a las secretarias y dijeron que se fue al baño con una cara como si hubiera perdido la empresa.

- Hermano, ¿Qué hace ahí en el espejo? – dijo Calderón.

- Procesando lo que vi Calderón – dijo Armando frio.

- Pero usted ya sabía lo de mi – dijo Mario.

- Pero no sabia lo de Daniel – dijo Armando molesto.

- Yo recién me entero también, el tipo entro a mi oficina a decir que me conocía realmente y me sedujo y pues paso lo que paso – dijo Mario defendiéndose.

- Yo le pido disculpa Mario la verdad, puse esa reacción porque no quiero que mi ex cuñadito sospeche que para mí ver esto sea ordinario, a mí me da lo mismo, pero no le daré ese gusto – dijo Armando.

- Entonces ¿no está molesto? – dijo Mario.

- JA JA JA, oiga usted enserio es una rata, como se le ocurre destromparse de besos con mi peor enemigo te pasaste Calderón – dijo Armando riendo.

- Entonces no le afecta en nada – dijo el castaño.

- No si la verdad si, porque usted da ese tipo de espectáculos en la oficina o acaso no aprendió cuando lo pillaron con la recepcionista – dijo Armando reprochando.

- Ya ya, yo sé que hice una pendejada, pero Daniel esta cagado por saber que dirá usted – dijo Mario.

- Jum, a mi me da lo mismo. Hermano le recomiendo que no se junte con ese tipo. Además, te iba pedir si tienes el numero de Allan y Benny – dijo el pelinegro.

- La verdad no me acuerdo, creo que lo tiene mejor Hugo. Iré a preguntarle – dijo Mario.

- Corra y no se preocupe que siempre nos guardamos secretos – dijo Armando.

Mario fue al taller.

- Mire quien tenemos aquí al Mario Calderón sensual. Inesita nos pueden dejar a solas un momento por favor, usted también perchero parlante – dijo Hugo.