Prologo.

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La manada Lunar es una antigua manada conocida por tener unos preciosos ojos verdes, verdes como las más brillantes esmeraldas. Los rumores de los pueblos solían decir que estos tenían poderes sanadores y que aquel que obtuviera un ojo valioso ojo verde tendría prosperidad y felicidad de generación en generación. 

Esto dio hincapié a que la manada empezara a ser cazada hasta por los pueblos más lejanos, todos anhelando poder tener un precioso ojo Esmeralda. Tan grandes fueron las pérdidas que el lider de la manada Luna nueva tuvo que intervenir y darle asilo a los pocos sobrevivientes de esta manada y condenando con muerte a todo aquel que quiera dañar a alguno de estos.

-Tus ojos son de un asqueroso color moco- Rechistó el pequeño Alfa pelirrojo frente al pequeño Harry- ewk, los mocos son asquerosos

-Sí, ademas que tú cabello parece un asqueroso nido de pájaros. Nadie te va a querer nunca, asqueroso Niño cara de moco- El otro pequeño alfa concordó con su compañero de fechorías.

El pequeño Omega por su parte se encontraba con la mirada gacha y sus manitas hechas puño, Harry Styles era el nombre de aquel Niño. Este era de los únicos sobrevivientes de la manada Lunar y al ser distinto a los demás sus compañeros de clase solían molestarlo hasta más no poder.

Pero Harry no era un Omega común y corriente, al ser un sobrevivien tiende a ser intrépido y sin escrúpulos. Que no dudaría en un segundo en atacar al sentirse acorralado, justo como en ese precioso momento.

-¿Ah si?- gritó el pequeño Omega levantando la mirada- tanto te quejas de mis ojos color moco, yo te enseñaré lo que es un moco de verdad.

Estas fueron sus últimas palabras antes de abalanzarse contra los alfas frente a él logrando así tirarlos al suelo. El Omega comenzó a soltar manotazos y patadas a sus rivales, comenzó a tirar de sus cabellos y hurgó con su dedo índice su pequeña cavidad nasal. Sonrió orgulloso cuando encontré lo que buscaba, un gran moco verde.

-A ver, abre esa boquita y di ahh- se burló Harry mientras que El Niño debajo de él pataleaba pidiendo piedad.

-No deberías hacer eso- Se escucho una dulce voz en la cercanía, Harry automáticamente paro y dirigido su mirada al pequeño alfa que se encontraba frente a él.

-Ellos me estaban molestando, se lo tienen bien merecido- Harry hizo un puchero.

El castaño frente a él lo miro a los ojos, unos lindos, muy lindos ojos azules, tan azules como el cielo azul.

-Tienes toda la razón, pero no es correcto- El niño le sonrió dulcemente.

-Tu no me dirás qué tengo que hacer, largo de aquí si no quieres ganarte una paliza como ellos- tiro del cabello rojizo de uno de los niños. El desconocido sonrió dulcemente y se acercó a él, Harry lo miro meticulosamente.

-Estás en todo tu derecho pequeño relámpago, pero siento que merecen esto- El ojo azul levantó su puño y lo estrelló contra el ojo del alfa pelirrojo, provocando así que este llorara de dolor.- Me llamó Louis Tomlinson- El precioso alfa se presentó dándole un beso en la mejilla.

El Omega interno de Harry ronroneo por la pequa de afecto y se sonrojó.

-Yo soy Harry, Harry Styles.

Ambos se sonrieron tiernamente y de quedaron mirándose por varios minutos, estaban tan perdidos en su burbuja que no notaron como los pequeños riufanes escapaban de las garras del pequeño rizado.

Y así empezó una gran amistad....

O tal vez un gran amor.

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