𝐄𝐂𝐎 [Sunnew] ©︎

Capítulo 4

Septiembre 9, 2021
9:46 AM

Después de ser recogido por Juyeon justo a las nueve y media como se le fue pedido, ambos se adentraron a la empresa completando los mismos pasos de acceso diario, tomando el elevador y enseguida llegando a la oficina de Chanhee. Pasos tan únicos, y tan reconocidos por ambas personas, pues al ser un recorrido familiar por años era de esperar que su llegada puntual, camino recto y derecho, fuera tan espectacular.

Ahora Chanhee no vería más a su madre dentro de la empresa, y eso en gran parte le agradaba. Finalmente ella podía tomar aquel descanso por el cual espero toda su vida, sin presiones de su esposo o preocupaciones de pensar en el siguiente castigo por el que pasaría su hijo. No, esta vez se trataba de un descanso donde todo su cuerpo y mente podían relajarse en unas vacaciones, al tener a Chanhee como presidente de la compañía, no tenía otras preocupaciones más que el bienestar de su hijo, porque vaya, incluso desde que se anunció la muerte de Sunwoo fue un tiempo bastante difícil de superar.

Llegando a su oficina, sonrió internamente al ver que ninguna pertenencia de su padre se mostraba dentro, esto si que fue un verdadero alivio. Llegó a su asiento frente a su escritorio donde admiro con belleza el exterior, aun con esa mirada perdida a aquel panorama, era inevitable quitarse de la cabeza el mensaje que recibió ayer, uno tan inesperado de leer que provocó ciertos sentimientos olvidados, sobre todo aquella vez, tanta paz y tranquilidad en el océano..., y en un abrir y cerrar de ojos... ya no.

—Choi. —repitió Juyeon con un tono de voz más fuerte, vaya que la primera vez al llamar a Chanhee, no fue escuchado; claro, su amigo y jefe pensaba en una cosa probablemente más importante para él. El chico volteó por tal llamado, viendo al mayor sin expresión alguna en su rostro, siendo así de esto, un silencio en cuyo espero por oír más palabras—. Tienes una cita con el presidente Kang, trabajaba para el Señor Choi en el negocio de inversiones, ¿Tomará la cita? Después habrá más durante el día.

—Antes de responder a tu pregunta, deja de hablarme formalmente, conoces hasta que color de bóxer llevo. —renegó Chanhee mirándolo de manera molesta provocando que el chico riera.

—¿Eso significa que comenzarás a hablarme formalmente desde que soy mayor que tú? —preguntó en broma con intenciones de hacerlo enojar más, por supuesto que lo conoce muy bien.

—Que gracioso. —aun manteniendo su mirada hacia él, suspiró acomodando su cuerpo entero en su silla—. Ese tal Señor Kang, ¿estuvo en mi conferencia?

—Es correcto, su señoría.

—Lee. —reclamó Chanhee provocando una risa en Juyeon, una juguetona sobre todo, entonces Chanhee volvió a suspirar—. Bueno, a ver que quiere.

Juyeon acatando a las palabras de su CEO, asintió con la cabeza saliendo de la oficina en cuestión de segundos, eso bastó para que Chanhee en silencio relamiera sus labios a su vez que mordía un poco su labio inferior, tomando su teléfono viendo la hora, pero recordando también el mensaje comenzando a crear idea tras idea.

—Está muerto. —mencionó convenciéndose a sí mismo que decía lo correcto—. Está muerto, yo lo vi. —volvió a decir con una voz rota, tensando su mandíbula con mas fuerza—. Kim Sunwoo está muer...—y antes de que pudiera seguir, se abrió la puerta de su oficina dejando ver a un señor de mayoría de edad, y calculando su estado físico, se podría decir que se trataba de alrededor de cincuenta años, cabello negro arreglado justo como su traje. Una imagen elegante sin duda, pero al ser analizado por los ojos sabios de Chanhee, no era ni mas ni menos que un empresario más queriendo poder, el único deseo que los hace más débiles aún.

Chanhee se acomodó mejor en su silla, recargando su espalda en aquella cruzando a su vez sus piernas y dejando sus brazos a los costados del asiento, mirando al Señor Kang con una mirada seria analizando con cuidado sus pasos, manos, y, sobre todo, ojos. Claro que las palabras sobre los ojos siendo las puertas del alma, son más que ciertas.