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¿Qué le quedaba?


 Nada


Nacer omega y varón fue una completa tortura, no solo para él, también para sus padres. Se consideraba alguien con suerte, fue al colegio, hizo amigos, se enamoró de una linda chica omega, como era de esperase lo dejo al enterarse que era un fenómeno.

Se decía que un omega varón era genéticamente imposible, o al menos, poco probable. Ya que se habían dado varios casos, pero no los suficientes para llamar la atención.

Cuando se realizó huérfano a los dieciocho, siendo un fenómeno como de esos pocos que existen en el mundo, supo que quería vivir, solo un poco más, para conocer el mundo y mirar sus maravillas, cada día agradece su existencia y así fue hasta que... Lo capturaron.

Pagarían muy bien por un omega como el. Algo especial y extraño.

Y entonces los días se volvieron pesados y tristes, privado de libertad que por tanto tiempo gozo, exponiendo su cuerpo desnudo con vergüenza mientras le tomaban fotos para que el mejor postor diera fajos enteros de dinero solo para comprarlo así como un mueble, un objeto, destinado a existir y ser bonito. ¿Pero quién podría considerarlo bonito? Algún depravado alfa tal vez...


- ¡Eres un asqueroso!- sintió una palma rebotar en su mejilla de manera dolorosa. Se le conoce como cachetada, pero me gusta relatarlo así. Solo procedió a sobarse un poco la mejilla mientras veía como una de las mejores omegas con la que había estado se le escapaba por la puerta, no quería hacer nada sinceramente, él no quería una omega sumisa y delicada. No, él quería un omega, uno varón. Lamentablemente no había conocido a otro que su padre.


Estaba jodidamente cansado de las mujeres, de sus berrinches y escándalos. No soportaría pasar un celo más con otra.


Y justo lo tenía entre sus dedos. Le parecía injusto lo que le pasaba a cada chica omega que era capturada por HYDRA, o eso decían las malas lenguas, incluso se prometió no formar parte de esto. Así como también era cierto que muchas de esas chicas estaban ahí por voluntad propia, ya que a lo mejor que podían aspirar era a ser la acompañante de algún alfa de buen nombre. Y con mas suerte aun, quedar preñadas de un cachorro. 


Solo que ahora tenían un producto especial, invaluable y precioso, se trataba de un omega varón de brillosos ojos azules y cabellos dorados, parecía bastante inocente sus mejillas sonrojadas lo delataban. Le daba asco pensar que alguien lo compraría solo por su aroma, el cual describen como exquisito, pero luego lo dejaran a la deriva. Él lo quería y lo tendría.


Estaba decidido, aún sin ver su rostro por completo, lo compraría.


***


Trago el nudo en su garganta y caminaba lento como si con eso pudiera demorar su entrega, claro estaba lo que debía hacer, por eso el ridículo traje con el que estaba vestido y se sentía expuesto, luego de meses entrenando y mostrándole lo sumiso que tiene que ser si quería ser comprado, pues ya estaba en desventaja al ser hombre, lo único bueno era su aroma. O de eso lo convencieron.

A lo lejos podía ver esa morbosa habitación en la que perdería la virginidad y lo ponía nervioso saberlo.


ꟷAquí tiene.. Ahora lo puede probar aquí en esta habitación, el pago ya está efectuado, agradecemos su compra Sr Stark.- tenía la mirada baja pero sabia porque estaba ahí, solo sintió un leve empuje y el sonido de una puerta cerrada.


ꟷ¿Steve?ꟷexclamó con sorpresa de encontrar a un extraño conocido.


Steve levantó su mirada y recordó de dónde lo conocía. Ese chico que conoció hace años en la escuela, solo hicieron un trabajo juntos y luego no se volvieron a ver por azares del destino, ese Alfa que lo ayudó.


ꟷAyúdame, por favor. ꟷdijo en un tono suave y necesitado. 

Wonderful FellingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora