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Subía y bajaba su mano sobre su miembro erecto, esperando que su gran erección descendiera, pero era casi imposible. Cuando tocaba quería pensar en otro omega y no en Steve, era algo pervertido. Es decir, apenas se reencontró con el rubio y ya tenía pensamientos lujuriosos de él. No muchos en realidad, solo quería su aroma suavecito y un tierno abrazo de ese omega. Bien, eso era patético.

No se podía contener.

Llamó a Janet con algo de pesar.

Necesitaba a Steve.

(***)

ꟷTu hogar es precioso, gracias por permitir que me quedé.ꟷdijo Steve mientras pelaba y picaba una zanahoria.

La omega era bastante agradable, una omega elegante por así decirlo. Lo extraño era la marca en su cuello. No habían mas olores, no alfa en casa. Ni siquiera objetos que delaten a un novio o pretendiente.

Janet vió sus grandes ojos azules curiosos, era momento de contarle.

ꟷ¿Quieres saber porque tengo marca y no un alfa?

Steve sintió sus mejillas arder ¿acaso fue demasiado evidente?

ꟷNo, no tienes por qué. ꟷdijo nervioso mientras que deseaba que la tierra se lo tragara. Y como si sus súplicas hubieran sido escuchadas el teléfono sonó y los alarmó.

Janet contestó.

ꟷ¿Tony? - dijo por los evidentes gemidos y jadeos detrás de la línea, solo podían pertenecer a un alfa en celo.

ꟷSi, s-soy yo.

ꟷ¿Qué sucede? ¿Estás bien?

ꟷSi Si, solo que mi celo se ha alterado un poquito, necesito que hagas algo por mi.

ꟷLo que sea.

ꟷTráeme...

ꟷ¿Todo bien?ꟷesta vez fue Steve el que habló Janet asintió y devolvió su atención a la línea.

ꟷTraeme una p-prenda de S-steve~ ꟷgimió y suplico.

ꟷEstá bien...ꟷestuvo a punto de colgar pero la voz alterada de Tony la regreso.

ꟷEsto suena algo patético pero, que Steve no se entere, por favor.

ꟷBien ꟷrodó los ojos pues era Tony, el tipo que vio desnudo de casualidad en dos ocasiones y no sintió ni una pizca de vergüenza.

Janet llamó a Steve y le pidió que fuera al supermercado, Steve sin pensarlo lo hizo, tomó la lista y fue.

Janet observó el carro alejarse. Subió las escaleras y entró al cuarto del rubio, dejó una polera que estaba usando por un buen rato, tenía todo su aroma. Solo había un problema, era negra y ella sabía perfectamente el uso que le daría Tony. Suspiro y se resignó, pidió el servicio de entregas y el paquete llegó sano y salvo.

A los minutos el rubio regresó y cuando se dispuso a ponerse la polera, ya no estaba.

ꟷJanet ¿has visto mi sudadera negra?

ꟷNo ꟷsonrió tímida.

Wonderful FellingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora