Sueños extraños con mundos imperfectos

Tema: Zombie

Esperanza

Lo que tenga que suceder sucederá, no importa cuánto luches por cambiar el destino; sin embargo, todavía hay humanidad en las cosas terroríficas.

Los mundos llenos de zombis no tienen salvación, creas lo que creas todos se consumen entre si y si no son ellos mismos devorándose lo hará el simple paso del tiempo, incluso cuando no quede ningún humano vivo sobre la tierra.

El mundo actual está gobernado por zombis no queda ni un solo humano por devorar; aunque sea difícil de creer se ha vuelto un lugar pacifico, los animales se han reproducido y la naturaleza va recuperando lo que una vez le perteneció; hasta el aire viciado está limpio pero si hubiera algún humano vivo diría que hay un ligero olor a podrido.

Lo único que hacen los zombis es andar y andar, parecen recordar sus vidas humanas, ir al trabajo, salir a correr reconocer a la familia y amigos haciendo una burda y primitiva vida social. Lo que nunca encontraras serán niños zombis, cuando los zombis eran una plaga los más débiles son los primeros en morir y los niños eran más débiles.

En este mundo viven Levi y Hanji, ambos zombis, conscientes que alguna vez fueron un matrimonio, conscientes de su mundo podrido y conservando la inteligencia necesaria para tener una "vida ordinaria". Levi tiene ese afán de limpiarlo todo y reducir ese fétido olor proveniente de ellos mismos y de su todavía hogar. Hanji siendo como es explora este mundo pútrido y explora los restos de lo que alguna vez fue el mundo humano.

Fue un día común cuando nuestro par de zombis salieron de la ciudad en un lento andar de articulaciones rígidas.

El destino irracional como es los condujo a una a una luz natural en el bosque, esta mesiánicamente les mostró algo improbable de ver en este mundo... un bebé.

Envuelto en ligeras telas, de ojos azules y pelo rubio, tan pequeño como recién llegado al mundo, así se presentaba ante ellos este bebé.

Que harían un par de zombis frente a la carne fresca mas que devorarla cual manjar, pero ellos eran Levi y Hanji aun. El bebé les tentó es verdad y también les recordó el sueño trunco que no pudieron cumplir cuando vivos; el deseo de aumentar la familia. Con toda su voluntad Hanji levantó a aquel inocente y lo vio de cerca, Levi también con cierta distancia observaba esta escena contento con una tétrica y horrible sonrisa dentada, se acercó y trato de besar la frente del bebé.

La escena se volvió memorable como encontrar a una familia que se reúne después de mucho tiempo (si pudieras tolerar a los zombis) pero ese solo acto de sonreír por parte de Levi desencadeno un hecho trágico... el bebé comenzó a llorar.

Hanji como pudo lo calmo, pero la alarma ya estaba hecha.

Qué maldición hizo que el eco del bosque como bengala en el aire llamara la atención del resto del mundo y la maldición solo comenzaba.

El resto del mundo sufrió un recordatorio fortuito; el hambre de carne humana. Sus narices podridas empezaron a funcionar y sus instintos cazadores de carne viva se activaron. Como conducidos por el diablo el mundo zombi se dirigió a la llamada del bebé y el bosque no tardo en llenarse de plagas podridas. Levi y Hanji guiados por sus instintos comenzaron a moverse de la forma rígida tratando de reguardar al bebé. Con sus movimientos de zombi escalaron a lo más alto de un árbol y con sus instintos paternales recién estrenados cubrieron al bebé con fango apestoso para eliminar su olor de vida.

Sabiendo que un zombi es insaciable y que una manada de ellos es inevitable, la pareja decidió hacer lo impensable.

Cuando la turba de muertos los encontró la pareja salto desde lo alto e impregnados con el olor a bebé se alejaron de aquel árbol y cuando la turba los alcanzó fueron devorados.

¿Valdrá la pena rescatar a un bebé que será encontrado cuando el hambre o el frio lo hará llorar? Para empezar ¿Cómo apareció un bebé en el bosque?

No importa en qué mundo nos encontremos Levi y Hanji son los mismos y pondrán su vida en riesgo por el bien de los demás aun si no hay recompensa ni esperanza al final y aunque no lo creas todavía podemos decir...

Continuara...