Capítulo 1: Conociendome

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Soy Corey, y tengo 18 años, vivo en Los Ángeles, solo en un departamento.

Pero realmente nunca fui un chico como cualquier otro... He sufrido a lo largo de los años, mi familia vivía en la pobresa, apenas teníamos para comer, aunque en un tiempo mi padre consiguió trabajo de medio tiempo en un restaurante, eso pasó cuando tenía 5 años...

Le fue bien la verdad, que puedo decir, por el, habíamos salido adelante y también gracias a mi mamá que siempre tenía trabajo... Yo era feliz con lo que tenía, nunca tuve una gran infancia como los demás niños, porque al verlos allí en el parque con sus padres... Jugar, sentía que a mi me faltaba eso. En fin, no quise retomar lo que vi.

En la primaria, siempre tenía buenas calificaciones, aunque no era muy listo, pero esos a los que llaman "compañeros" eran unos idiotas... Me molestaban, me pegaban, me hacían bromas... Fue donde sufrí más allí, hasta las chicas me tenían como un odio hacia a mi, nunca supe por qué. Un día, estaba enamorado de una chica de mi curso, le hice una carta con letras de canciones muy hermosas, y un dibujo... Pero ¿que paso?

Ella lo rompió, se enojo bastante y me lo tiro en la cara, humillandome ante todos los alumnos que estaban allí presentes, desde ese día, me siguieron molestado aún con lo que paso... No me dejaban en paz. Fue entonces que cambie mi actitud, porque siempre fue una persona tímida, alegre, y animado. Pero eso ya cambió en mi.

Les dije a los profesores, ellos ni se molestaron en llamarles la atención... Al pasar los años, entre en la secundaria, pero era aún más peor... Un infierno total! Quería matarme, aun esos bullings seguían atormentandome, cada noche...

Aunque, he sufrido más cuando mis padres fallecieron... Me dejaron solo, ellos murieron en un accidente automovilistico, estaba perdido, no sabía que hacer... Mi abuela se encargo de mantenerme, pero cada noche lloraba, hasta quedarme dormido... Cada maldita noche... Mi abuela ya no podía verme así porque se percataba que yo estaba mal, no comía, no sonreía, nada... Fue entonces que pagó a una psicóloga para que me atendiera. Aún no se quien era pero... Pronto lo iba a saber.

Al cumplir los 18, mi abuela me dio su dinero que había ahorrado para que yo buscara un departamento y buscar un trabajo, realmente le agradecí todo lo que hizo por mi, con la psicologa nunca venia a su trabajo y eso me hizo perder las esperanzas... Pero luego me dijeron que vendría otra, ya no quise saber de eso pero me insistieron. Acepte y tuve que esperar hasta el lunes para ir.

Los Ángeles, lunes 14 de abril 2018:

Corey estaba saliendo de su departamento rumbo hacia donde tenía que estar con la psicóloga, estaba algo nervioso, pues era la primera vez que veia a una psicóloga que le ayudara con sus problemas. A medida que caminaba, veía las calles, los parques, era un día hermoso para pasear, a aunque no tenía tiempo.

Quiso ir caminando ya que, le gustaba sentir la fresca brisa del viento chocando contra su rostro, a lo lejos veía que se acercaba a la sucursal y entró. Lentamente fue caminando hacia la oficina, pero la secretaria lo atendió.

- Buenos Días, señor corey, ¿viene por su sesión con la señorita Selena? -preguntó la secretaria anotando cosas en sus papeles, a lo que corey con algo de nervios respondió a su pregunta-

- Si, y ¿se llama Selena? -preguntó con curiosidad, pues ese nombre le resultaba familiar-

- Por supuesto, siéntese allí en la silla por favor, ahora le digo que ha llegado, con permiso -luego de terminar con lo suyo, entro a la oficina de aquella mujer que le sonaba familiar en nombre de Selena a corey-

Mi Linda Psicóloga (Selena Quintanilla) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora