Para besarte mejor |Katsukiri

Parte 2/3

Breve explicación de lo que ocurrió, estaba escribiendo la segunda parte, andaba aquí bien inspirada.

Cuando la termine y realize las correcciones de ortografía y redacción, mire las palabras y eran 7456.

Y yo de 📄👁️👄👁️🖊️

Era el capitulo más largo que eh escrito en mi vida y me daba un especie de toc que el anterior tuviera 3878 y este casi el doble, así que lo divide en dos capítulos.

Y así fue como mi two shot se convirtió en three shot.

Disfruten 🎃🕷️

...

En un silencio incómodo en el que nunca habían estado antes, salieron de las, ahora vacías habitaciónes. El incidente con el corset había durado más de lo que habían planeado y el resto de sus compañeros ya habían terminado sus maquillajes de zombies y ya estaban en camino a la fiesta.

Y mientras estaban en el elevador, Kirishima se mordió el labio intentando pensar en formas de iniciar una conversación con el rubio. Después de todo tenía en sus manos una gran oportunidad, de esas que difícilmente llegan y fácil se terminan.

Es decir, cuántos pueden decir que están compartiendo un disfraz de Caperucita roja y el lobo feroz para Halloween con el chico que les gustaba. Si no sacaba provecho de la situación se coronaba a si mismo como el más cobarde de todos los cobardes.

Alzó la mirada para encontrar el rostro frío del rubio en sus pálidos pómulos y finalmente hablo, lo primero que le llegó a la mente —¿Dónde conseguiste estos disfraces?

—Los compré en una tienda, en el bazar— contesto seco y ahí se terminó todas sus ideas de iniciar alguna conversación.

El elevador finalmente llegó al primer piso, con un ding abrió sus puertas y ambos salieron por ella, cruzaron el vestíbulo y salieron por los jardines para comenzar su viaje, salir por las puertas de la U.A y tomar el metro hasta la casa de Yaomomo.

Respirar resultaba difícil, el corset apretaba su abdomen, era como si tuvieras alguien encima de ti haciéndote presión todo el tiempo. Además era incómodo, era rígido y duro, lo lastimaba, estaba seguro que al final de la noche, la estorbósa prenda de cuero le dejaría varias marcas.

Saliendo de la U.A se encontraron con varias personas, se encontraron con las señoras y sus aburridos disfraces de bruja, las que siquiera se habían disfrazado porque algunas simplemente acompañaban a sus pequeños, a ir de casa en casa molestando pidiendo golosinas gratis.

Se toparon con los niños y sus originales disfraces, algunos con telas caras, de terciopelo las capas de dracula, el maquillaje se veía de buena calidad en ese disfraz de zombie, y esa adorable princesa vestía el más elegante vestido y una hermosa corona.

Otros simplemente no repararon en gastos pero no dejaban de ser originales, ese niño probablemente paso toda la noche pintando y cortando las cajas de cartón para su disfraz de robot, y ese se decidió simplemente por tomar una sábana del cuarto de su mamá y hacerle dos agujeros para los ojos y listo, un fantasma aterrador.

Le daba ternura mirar a los grupos de niños cantar canciones eh ir de casa en casa pidiendo dulces, le recordaba a cuando era pequeño y su mamá pasaba toda la noche cociendole su disfraz para Halloween y luego lo llevaba a todo el vecindario para recolectar sus dulces.

Lo que nunca imagino cuando era niño, es que algún día estaría vistiendo un disfraz de Caperucita roja junto a su mejor amigo con una cola rubia en su maldito trasero, en un cinturón amarrada a su cadera. Sus disfraces siempre fueron varios, desde calabazas y magos, hasta hombres lobo y alguna vez caracterizo a Frank Stain. Pero nunca había echo esto, jamás, y tampoco lo imaginaba.