Espejo [One-shot Lemon]

Capítulo Único

Los Personajes de Black Clover no me pertenecen.
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~Espejo
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⚠️Advertencia: Está historia cuenta con lenguaje/descripciones eróticas. Lemon explícito. Leer bajo tu propio riesgo. ⚠️

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—Malditos sean los exámenes de semestre—. con la cara hundida en un libro, Asta exprimió su fuerza de voluntad para memorizar un párrafo de nombres musculares.

—Dímelo a mi, estoy harta del maestro— con la cabeza en el regazo del muchacho, Noelle bajo un cuaderno donde tenía algunos apuntes, para observar el puntiagudo cabello por sobre la pasta del libro que él leía— Tú tienes suerte de tener a Yami-sensei para esa materia, yo tengo que lidiar con la asquerosa morsa.

El campus de la facultad de Fisioterapia contaba con varios jardines, algunos arbustos eran de plástico para cubrir el bajo presupuesto destinado a mantener unas reales. Por detrás de las bancas de madera, camuflados perfectamente entre arbustos en la conocida Pradera, se encontraba el cenizo sentado con su pareja usando sus muslos de almohada y el resto de su femenino cuerpo a lo largo de la hierba.

Solo tres semestres más y tendrían ese diploma que los catalogaba como egresamos de la universidad. Asta por ejemplo, estaba cursando la carrera de Fisioterapia y Actividad Física, había elegido esa carrera porque le atraía la oportunidad de ayudar con conocimientos concisos a la salud de la gente, además de dar cuidados a su propio entrenamiento sin fin. Noelle también se había decantado por estudiar Fisioterapia complementada con Enfermería para llevar innovación al negocio familiar.

Eso los había llevado a compartir muchas clases, estudiar juntos incontables veces y distintos contactos en común se volvieron de sus mejores amigos. Así se unieron a la hermandad de los Toros Negros, y los pocos chicos con los que estaban acostumbrados a tratar, poco a poco se convirtieron en una enorme comunidad de gente bulliciosa. Gente peculiar, animada y cariñosa. Se habían unido casi al mismo tiempo por sugerencia del maestro supervisor: Yami-sensei, amado por unos, incomprendido por otros. Por ahora, tenían que prepararse para el último examen de la semana y abrirse a la relajación.

—¿Todavía no te da los créditos que te debe?— cerrando el libro en sus palmas prestó finalmente atención a la peliplata por debajo él.

—No, y no pienso rogarle— exclamó la chica arrugando las cejas—. Si es necesario, lo demando.

El puchero que hizo le pareció adorable al chico que la conocía como la palma de su mano. Sabía que en realidad, si era capaz de llegar a esas medidas, pero que tarde o temprano los créditos que le correspondían llegarían justamente. Sin separar los labios, le sonrió de lado a lado y le quito de las manos el cuadernillo que tenía.

—Ya cálmate, los tendrás a fin de cuentas— habló para transmitirle paciencia. Luego hecho una ojeada a la letra cursiva de Noelle. Tenía una caligrafía perfecta y los apuntes organizados, subrayados de colores pasteles. Él tenía la mayoría de sus escritos con el mismo bolígrafo—.  Ya podremos relajarnos más tarde.