Gracias por dejarme sola, para eso son las mejores amigas—dijo sarcástica— por lo menos podrías haberme avisado que no ibas.
Siento no haberte llamado pero estaba muy ocupada tratando de que no me violaran—dijo ella irónica y a la vez dramática—.
No seas exagerada.
No lo soy—se defendió— un *beep* trato de seducirme pero no lo logro—sonrió triunfadora al recordar la paliza que le había dado—.
Y… ¿era atractivo? –preguntó moviendo sus cejas de arriba hacia abajo una y otra vez—.
¿Me estas cargando? , te estoy diciendo que casi abusan de mí y tú preguntando ¿era atractivo? –imitó su voz exagerándola—.
Cálmate, estas vivita y coleando, deja el drama.
El timbre sonó indicando que el recreo había terminado, ____ no veía la hora de irse solo le faltaban dos horas más, ese chico no la había dejado de muy buen humor que digamos.
¿Qué te toca? –preguntó Hannah levantándose del asiento seguida por ella—.
Biología ¿a ti?
Matemáticas –hizo una mueca—supongo que nos veremos a la salida.
¿Vas a llevarme a casa cierto?
Claro todos los días lo hago.
Quería asesorarme—sonrió—
Nos vemos, no quiero llegar tarde a clases—dijo la rubia, se despidió de su amiga con un beso en la mejilla y partió hacia su clase—.
Ella por su parte se encamino a su casillero, sacó los libros correspondientes a la materia y cerró este bruscamente para liberar la frustración, ese chico de tez morena sí que le había pegado mal.
Vas a romper la puerta del casillero así bonita –esa voz la conocía, era él, el dueño de su frustración—.
¿Qué haces aquí estúpido? –Se dio la vuelta para quedar frente a él—.
Woo, veo que estas susceptible preciosa—le dedicó esa sonrisa arrogante que tanto le fastidiaba—.
No me llames preciosa—dijo ella tratando de controlar su ira, no quería hacer un escándalo en medio del pasillo— y no respondiste a mi pregunta ¿Qué haces aquí? –volvió a preguntar—.
Estudio aquí.
Ok, de todas las escuelas que había en la ciudad de Luisiana ¿justo tenía que estar en la misma que ella? , pero sonrió por dentro al deducir que seguramente no estaba en sus mismas clases y con suerte no lo tendría que ver.
Me alegró hablar contigo –dijo falsamente— tengo que irme, no quiero llegar tarde a biología por un idiota como tú—y sin más comenzó a caminar hacia su clase—.
[...]Hoy veremos la reproducción humana, saquen sus libros en la página 201 y comiencen a leer… --el señor Gómez fue interrumpido por el sonido de la puerta— adelante –dijo sentándose en la silla frente a su escritorio—.
_____ estaba muy concentrada leyendo, sabía que alguien había entrado en el aula. Por los suspiros de las chicas y con algún que otro “esta re fuerte” o “siéntate detrás mío bombón” pudo deducir que era un chico, a no ser que todas fueran lesbianas. No notó cuando la persona que había entrado se sentó detrás de ella, ni siquiera lo hubiese notado de no ser porqué este le habló.
Hola otra vez hermosa—le susurró en su oído, aunque no lo veía podía sentir como se le formaba una sonrisa, seguramente arrogante como todas—.