Los Susurros De Un Cuervo

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Dhoire, ese es mi nombre. No tengo riquezas, ni poder, ni muchos menos un lugar donde caer muerto. Lo único que tengo es una cabaña en el medio del bosque y a mi hermano, Godwin.

Pero no todo es miseria en mi vida, tengo a Caeli, la joven más inocente y bella que han visto mis ojos.

Ironico haber encontrado a una criatura tan pura en el lugar más oscuro que existe en la tierra.

- La Historia de Dhorie, Capítulo 1 -

Abandone mi hogar a una corta edad de 12 años, junto con mi hermano mayor nos criamos en el bosque helado, pasamos hambre, frío y sed. Pero incluso si nos hubiéramos quedado, pasaríamos por lo mismo y quizá más. Nuestro hogar, no era precisamente un hogar, un padre ebrio y violento, incapas de mantener un trabajo, mi madre por otro lado trabajaba en la taberna de la aldea, para mantenernos o bien para mantener a su marido, siempre estuvo el antes que nosotros, sus hijos.

Cuando dejamos la casa, en busca de una oportunidad de sobrevivir al mundo, los primeros meses lo pasamos en una cueva helada, no tan lejos de la aldea. Sus paredes rocosas estaban pintadas con extraños símbolos, quizá pertenecientes a antiguas civilizaciones, no era extraño encontrar runas o simbolos en el bosque. En esta parte del país hubo una conquista, y ya no quedaba rastros de los primeros pueblos. Mi hermano siempre sintió fascinación por la historia antigua, fuera por el nos quedaríamos en la cueva por siempre y quizá por unos días creí que iba a ser así, nadie nunca nos busco, a mi madre no le importo que no estuviéramos en casa.

De todas formas siempre fue mejor el bosque aledaño, aunque cada noche helada sentia que la vida se me escapaba, no me importaba. Si asi tenia que ser, que asi sea. Si tuviera otros padres, si tuviera otra vida, si hubiera nacido en otro lugar todo sería distinto. Cada día que pase hambre, cada dia que pase sed, no dejaba de imaginarme como ellos morían congelados en el bosque, quebrados de dolor, arrastrándose en la nieve, sangrando por todas partes y suplicandome que los salve... a veces me ponia violento de la nada, de niño era dificil de controlar, y aprendi así a cazar.

Los dias pasanaban y yo hice muchas cosas "malas"

Deseos extraños, impulsos incontrolables, necesitaba sacarlo y gracias a la soledad del bosque, me podía permitir no tener límites.

Me gustaba el poder sobre criaturas mas pequeñas, mas debiles, mas simpaticas. Se retorcian, gritaban, intentaban atacar pero no me podían parar, me hacían sonreír, me hacían olvidar. Lo disfrutaba, era un juego. Pero el me descubrió, Godwin en ese momento era más fuerte, y me dio una paliza que hasta el día de hoy recuerdo, el golpea igual de fuerte que Papá pero sabe donde te dolerá más. Me regaño por desperdiciar comida, por ensuciar y por robar. Por no ser inteligente, ni empatico, por lo que hacía y no hacía, por no entender que estaba mal, por ser peor que un animal. Después de gritarme y golpearme hasta que yo caí al suelo donde me dio una patada final en el culo, me dijo que consiguió trabajo y ahora debía acompañarlo. No lo acompañaba porque el me necesitaba, solo quería tenerme a su lado, después de lo que encontró en la cueva no quería que me quedara lejos ni solo. Aunque dejó que siguiera cazando solo si lo hacía como el quería, y me seguía solo para ver que lo hacía "bien".

En los últimos meses del año, en una de nuestras caminatas dimos con una choza casi en ruinas, cada vez que el viento soplaba una tabla se desprendia de su techo, era una verdadera porqueria pero estaba aun mas cerca de la aldea y era mejor que nada, aunque debo admitir que la cueva me simpatizaba más. Junto con mi hermano mayor decidimos reconstruirla de a poco. Un leñador le ofreció trabajo a mi hermano, a mi no, creo que no le agradaba, pero yo me ganaba lo mio vendiendo la piel de los animales que cazaba. De a poco, con esfuerzo y más lo que ganamos entre ambos, paso de ser una choza en ruinas a algo más habitable. Y al igual que la choza paso a ser una cabaña, yo deje de ser yo y pase a ser una persona.

Con el tiempo crecí y entendí que les dolía, pero nunca logré ponerme en su lugar, solo lo entendí. Pero me esfuerzo cada día en ser una persona.