**Capitulo editado**
2019, Londres
Para Lily Elizabeth, sentir dolor se había convertido en el pan de cada día, sentir miedo no era novedad y ni que decir de sentir que el aire le falta hasta el punto de casi desmayarse por contener la respiración para evitar a que la golpeen. Ese era el trato que Elizabeth conocía y que tanto pidió a todos los Dioses que cambiara.
Ya no se consideraba una mujer soñadora, tampoco aspiraba a casarse con algún Duque o que simplemente se casara con alguien por amor, esas ilusiones quedaron en el pasado, simplemente se había convertido en una mujer con miedo – mucho miedo – con sueños rotos, con un autoestima allá por el suelo. Y ser observada de esa manera por aquel caballero la estaba aterrando a tal punto que ya no podía disimular los temblores del cuerpo. Tenía miedo, miedo de que llegara su padre, miedo de que la volviera a golpear de esa manera, miedo de que su padre se haya dado cuenta de donde estuvo, miedo por su amiga Rebecca que hasta el momento no sabía dónde se encontraba. Que va, decir miedo queda poco, estaba HORRORIZADA de las consecuencias que acarreaba haber ido a la casa de aquella Anciana.
Deseaba salir de aquel lugar, pero su cuerpo simplemente no respondía. Era como si su cerebro no esté conectado a su cuerpo y que todo lo que ella pensará hacer quedaba ahí mismo en sus pensamientos.
Fue el momento donde se derrumbó y ya no pudo contener las gruesas lágrimas. Lloro de miedo, lloro de rabia, porque no era capaz de abandonar los maltratos y protegerse, por no ser capaz de enfrentarse y solo argumentar del porqué de todo aquel sufrimiento. Luego de un largo tiempo al fin pudo dejar de llorar y en un susurro casi imperceptible logro articular algo, sino fuera porque Eric estaba más que pendiente de cualquier movimiento y realmente concentrando toda su atención en ella no habría siquiera percatado que había hablado.
- Rebecca... -. Eric la había escuchado, sin embargo haber mencionado a su amiga en vez de su nombre lo había puesto de mal humor casi de manera instantánea.
- Esa loca tiene vetado la entrada. Así que acostúmbrate en estar lejos de ella a partir de hoy. ¿Quedo claro? – dijo con enfado esperando a que el Kraken llamado Lily Lisbeth se despertara y se enfrentara a él. Tenía tantas ganas de pelear para quitar su frustración y enojo qué le pareció bastante oportuno este momento, solo Lisbeth para librar una batalla campal en tan solo 3 segundos. Pero lo que ocurrió simplemente lo dejó perplejo, ella simplemente bajo la cabeza y no volvió a emitir siquiera una palabra.
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Atrapadas en otro siglo
Historical Fiction¿Qué harías sí lo único que te puede salvar la vida es hacer cosas indebidas como: visitar a una gitana, tomar una copa de vino y aceptar una carta? ¿Estarías dispuesta a todo sabiendo que tus actos provocará una grieta en el espacio-tiempo y un ca...