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Un día como otro cualquiera me había despedido de Keigo al irse a trabajar, esa mañana me levanté con idea de desayunar cuando vi algo debajo de la puerta de la entrada. Un sobre negro. Ese tipo de sobres los mandaba la Comisión de seguridad pública con las misiones que tenía que hacer, el color denotaba la dificultad de la misión y de todo el rango, el negro eran las misiones más complicadas y peligrosas que habían. Abrí el sobre y lo primero que vi fue el nombre de la persona que tenía que vigilar, al principio no sabía quién era pero cuando seguí leyendo vi claramente el nombre de su quirk y me quedé helada: "All for one". ¿En serio me estaban mandando a vigilar a semejante animal? ¿Creen de veras que puedo vigilarlo sin que se de cuenta? A parte de esto, el contenido adicional era la duración de la misión y algunos datos sobre ese hombre, que literalmente es nula. Debía prepararme y esconder el sobre, no quería preocuparlo. 

Mientras me cambiaba el pijama por la ropa de trabajo, no podía parar de pensar en la misión, en lo que consistía, en la dificultad, en si volvería viva de eso, pero sobre todas las cosas no podía parar de pensar en Keigo, en que no quería dejarlo solo, que no quería alejarme de él, no quería decirle sobre la misión pero tampoco quería que no supiese que tal vez no vuelva jamás...la idea me aterraba. 

- ¿Baby Bird? - me asusté al ver a Keigo sentado en la ventana de la habitación. 

- ¿Hace cuánto que estás ahí? - me acerqué para abrazarlo. 

- Poco tiempo pero viendo que ni notaste que llegué, pensé que te había pasado algo - corresponde el abrazo y me da un beso. 

- Perdón, estaba pensando en algo y no te escuché - su calor era tan reconfortante-. 

-¿Ocurre algo? - me miró preocupado. 

-No nada, solo pensaba en la misión que me han mandando - me di la vuelta y seguí cambiándome- Estaré fuera unos días y tal vez no pueda hablarte mucho por teléfono...

- ¿De qué color era el sobre? - dijo, poniéndose a mi lado. 

- Keigo...

-T/n, dime- se puso detrás de mi, agarrándome de la cintura y mirándome desafiante por el espejo. 

- Negro- suspiré- es jodidamente negro.  

- No vayas - apoyó su cabeza en mi hombro, mientras me abrazaba con fuerza. 

-Sabes que tengo que ir, no tengo otra opción - puse mis manos encima de las suyas- si tuviera algún tipo alternativa, sabes que no iría. 

Después de eso, Keigo se separó de mi y se fue diciendo que tenía que volver al trabajo. 

**************

Había llegado al lugar donde debería estar All for one y la verdad es que solo llegar, me empezó a temblar el cuerpo. Sentí una presencia abrumadora así que supuse que era el lugar al correcto. Los primeros dos días me los pasé lo más lejos posibles viendo un patrón de comportamiento no solo en mi objetivo sino en la gente a su alrededor. Fue muy complicado porque había más gente de la esperada, entre ellos algunos de los miembros de la Liga de los villanos. La verdad es que no leí mucho sobre ellos, así que me imaginé que parte de mi misión era descubrir sobre ellos. Los siguientes tres días me fui acercando poco a poco, para que mi presencia se hiciera lo más poco notoria posible. Para los dos siguientes me había conseguido meter dentro del edificio donde se quedaban y lo que vi era una autentica locura. Era una fábrica de nomus, no llegué a contar cuántos habría pero pocos no eran. Después de esos siete días conseguí estar a centímetros del All for one y por unos segundos creí que me había pillado, pero todo se quedó en un susto, o eso creía. Para el octavo día decidí investigar más de cerca los nomus así que salí de las sombras, la peor decisión que tuve, porque de la nada apareció alguien que no pude detectar detrás mío. Se abalanzó sobre mi y me cogió por el cuello, pero a pesar de la posición y de lo que podía hacer, no me apretó o me hizo daño en ningún momento. 

- No te muevas, no hables - sonó la voz que me tenía aprisionada. 

Lo mejor que podía hacer era hacerle caso, a pesar de que no sabía quién era porque no le había visto la cara. Me movió por algunos pasillos hasta llegar a una habitación increíblemente desordenada, aunque lo más perturbador no era eso sino la cantidad de fotos mías y de Keigo que había en la pared de los últimos cuatros años. 

- Aquí estás segura - me soltó el cuello. 

-¿Quién er...? - me giré con rapidez. 

Me quedé sin palabras. Al girarme, le vi. A pesar de la tenue luz de la habitación, a pesar de las quemaduras, a pesar de las grapas, a pesar de su nuevo color de pelo, a pesar del paso del tiempo, supe perfectamente quién era la persona frente a mi. 

- No puede ser - me acerqué pero él se alejó de mi - Tú, tú aquel día...

Levanté la mano para acariciarle el rostro, pero tomó mi mano para que no lo hiciera. Había crecido mucho y tenía que mirar hacia arriba para poder mirarle a los ojos, los cuales amenazaban con llorar, justo como los míos. 

- Por favor, déjame tocarte para saber que eres real - le imploré. 

- Tal vez soy solo una fantasma del pasado - me contestó serio. Soltó mi mano, dejando que le toque la cara. 

- ¿Eres real? Después de catorce años...después de todo este tiempo, tú...- no pude contenerme más y rompí a llorar. 

Las lágrimas no paraba y llevé mis manos para intentar que parasen, pero no lo hacían. Sentimientos que había guardado en lo más profundo de mi ser, volvían a salir y me sentía abrumada, creí que jamás le volvería a ver, que lo había perdido para siempre. De un momento a otro, él me abrazó como lo solía hacer, un brazo en la espalda y el otro rodeando mi cabeza para apoyarla en su hombro. Yo solo pude aferrarme a su pecho como si no hubiese un mañana mientras sentía los agitados latidos de su corazón. 

-T/n, t/n- me llamaba sin soltarme. - Di mi nombre, por favor. - me apretó más hacia él. 

- Touya...¡Touya! - Seguí llorando abrazada de aquel hombre que creí muerto.  

En tu mirada (Hawks x Dabi x TN) FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora