Júpiter [+18]

Capítulo 38-Sonreír.

𝓙𝓾𝓹𝓲𝓽𝓮𝓻.

—Gracias por dejar que me quede unos días—le digo a Louis mientras terminamos de desayunar.

Solamente han pasado dos días desde que salí corriendo de la oficina de Aaron, pero le prometí a Louis que hoy día me iba a levantar y me iba a distraer. No deja que me quede en cama comiendo de mi helado de chocolate mientras escucho música.

—No te preocupes, amor. Tú te puedes quedar el tiempo que quieras, este también es tu hogar. Ahora ve a trabajar y conquista el mundo como la diosa del olimpo que eres—me da una sonrisa reconfortante—. Escuchame muy bien, Júpiter, y repite después de mí—me mira fijamente antes de seguir y sujeta mi cara entre sus manos—. Eres hermosa, eres exitosa, eres inteligente, eres fuerte.

Trago grueso y trato de que las lágrimas no caigan mientras miro a este hombre que siempre va a tener mi amor sin importar nada.

—Soy hermosa, soy exitosa, soy inteligente…, soy fuerte—una sola lagrima cae por mi mejilla mientras cierro los ojos y siento los labios de Louis en mi frente.

Le doy una sonrisa agradecida antes de darle un suave beso en la mejilla, agarro mi bolso y salgo del apartamento de Louis. Pido un taxi para dirigirme al trabajo. Mi auto va a demorar un tiempo en ser arreglado.

Le pedí a Louis si podía quedarme en su apartamento por un tiempo, ya que no me quiero encontrar con Aaron. Si me fuera a mi apartamento habría una alta posibilidad de encontrarnos y no me siento lista para eso, puede que sea cobarde, pero no me importa, quiero estar bien, y en su debido momento, probablemente, hablar con él. Puede que sea inevitable o puede que no.

Es increíble como una persona puede llegar a lo más profundo de tu corazón y tener el jodido poder de destruirte en menos de un segundo, teniendo esa facilidad de dañarte si quiere, tener eso en sus manos. Eso que nosotros mismos damos.

Pero lo más jodido de todo es que lo hacen, te rompen el corazón. 

Son cosas inevitables que todo ser humano pasa en algún momento de su vida. Algunos más que otros, pero todos, al fin y al cabo. 

Por ejemplo, a mí ya van cuatro veces, cuatro putas veces. Pero, ¿saben? Que se vayan a la mierda todos, no soy un jodido juguete. Por lo menos ya no más. Y siempre he sabido que no necesito de un hombre, solo necesito… No lo sé… ¿Amor? ¿Amor puro? Es complicado.

Igual te duele, Júpiter.

La vida sigue igual.

El planeta sigue girando.

El taxi se detiene, me bajo para adentrarme al edificio. Los empleados me saludan cuando paso cerca de ellos y les devuelvo el saludo fingiendo una sonrisa. 

Camino hasta llegar a mi oficina, me siento en la silla y prendo la laptop yendo directamente a los correos.

Unos minutos después tocan la puerta y entra Jill.

—Júpiter, en una semana tienes una rueda de prensa en la nueva tienda para promocionar la nueva línea de cosméticos, debió ser antes, pero se retrasó—habla Jill apenas entra, mirando el iPad en sus manos—. Y también te quería hablar sobre la otra noche en el club, estaba borracha y quería golpear a alguien, pero lamento todo lo que pa...