𝑮𝒐𝒍𝒅𝒆𝒏 𝒉𝒐𝒖𝒓 | 𝑩𝒂𝒋𝒊 𝑲𝒆𝒊𝒔𝒖𝒌𝒆

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Supongamos que la de la imágen son ustedes y al quién golpean no es Inupi jskqkq. Solo quería mostrarles la forma de pelea que tienen.
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-¿Pero por qué?- Los ojos del rubio quedaron pasmado a lo que minutos antes Akari había dicho, incluso se repetía si había escuchado bien. No era el único, Baji y los demás miembros de la Toman quedaron igual.-

-Lo que escuchaste, Chifuyu. Dejo mi puesto, te cedo el mando de subcomandante de la primera división. ¿Está bien Mikey, Baji?.- Mikey sonrió, era difícil controlar a una mujer y Baji no entendía nada, pero tampoco era como que le molestará que Chifuyu fuera quien tomará su lugar. Después de todo confíaba plenamente en el.-

-¿La razón?-Preguntó Baji y Mikey al mismo tiempo.-

-Porque no podría controlar a una división si algún día faltas, además no es como que tenga paciencia alguna.- Mentía, era la mejor estratega de la Tokyo Manji, pero no mentía en lo de paciencia. Estar tanto tiempo con cierto azabache, le había pasado cierta parte de su humor.-

Mikey suspiro al igual que Baji, no podía entender a la mujeres.- Está bien, entonces. ¡Subcomandante de la primera división, da un paso al frente!- Los demás tampoco se atrevían a cuestionar la decisión de Akari, todos creerían que por ser mujer seria débil pero ninguna parte de ella lo era, así que no decían objeción.- ¡Matsuno Chifuyu! ¡Ahora en adelante es la mano derecha de el comandante de la primera división! ¡Recuerdenlo bien!.-

Y así todos asintieron las palabras de Mikey, el invencible Mikey. Con el tiempo el iba cumpliendo su meta, estaba creando una nueva era de delicuentes.

La primera división junto con todos se iban a sus casas, después de haber terminado la junta no había nada más que hacer en el santuario.

-Hayashi, ¿estás de acuerdo con eso?-Preguntó el rubio mientras caminaba junto a ella.- Baji-san, ¿está de acuerdo con eso?- El rubio no quería interponerse, tampoco quitarle mérito a la chica, por alguna razón se sentía mal.-

El de ojos avellana sonrió metiendo sus manos en sus bolsillos.- Por supuesto, confío en la decisión de Hayashi.-A Chifuyu se le hacía raro no escuchar que el la llamará por su nombre, también pudo darse cuenta que lo hacía cada vez que estaban en la Tokyo Manji o había demasiada gente.- Ustedes dos son mi mano derecha, así que deja de pensar tanto y vamos con Peke J.

Días antes, Baji y Akari descubrieron que el gato que solía ir siempre en busca del azabache era el gato de Chifuyu, sin duda alguna jamás se esperaron algo como eso.

-Baji, si sigues así Peke J te querrá más a tí que a Chifuyu.-Dijo entre risas Akari.-

-No, está bien. A Peke J le agrada demasiado estar con Baji-san.-

Una semana había pasado desde entonces, la noche caía por las calles de Tokyo y las luces del instituto se prendían una por una, una extraña sensación sentía ella al ver el viento correr con tal fuerza. Estaba en el salón de música, intentando una y otra vez la partidura "Hammerklavier-Beethoven".

Mientras tanto a las afueras del salón, específicamente en los pasillos, unos pasos acelerados corrían hacía el salón de música. De un portazo la puerta fué abierta, haciendo que una nota desafinada inundara el cuarto. Y una chica de cabellos azabaches exaltada la miraba.

-¿Qué te ocurre Sakura?- Pregunto Akari levantando las notas y evitando que se viera lo nerviosa que se puso al ver a su compañera de clases de esa forma.- Cálmate y dime lo que te ocurre.- La chica aclaró su garganta antes de poder hablar.-