Cartas secretas ~Nils k. y tu~

Capitulo 24

—Buenos días—fue lo primero que dije al abrir los ojos, pero por desgracia no había nadie—¿Nils?—me pare de la cama y salí de la habitación

Había mucho silencio, lo cual eso no normal en el departamento

—¿Será que no están?—Un olor a quemado interrumpió mis pensamientos.

Me dirijí a la pequeña cocina que había alante y vi a Nils peleándose con la comida

—Ay dios mío, pensé que se quemaba el departamento—coloqué una mano en mi pecho

Soltó de golpe el pela papas pero se cortó—auch—dijo poniendo un trapo en su mano—oh, ya despertaste

—Y tu ya te cortaste—dije acercándome a el—A ver tu mano—extendió su mano y vi una cortada en su dedo índice, casi no se veía por la sangre—moja tu mano en lo que yo voy por una curita—fuí al cuarto de Carlos ya que ahí estaba el botequín—Hasta por una cortada se ve lindo—susurré para mí misma y una sonrisa se formó en mi cara

—Y tu tan linda cuidando de mi—dijo apareciendo de la nada frente a mi

Esa pequeña frase hizo que me sonrojara—Dame tu mano—desvié lo que había dicho y el extendió su mano, le puse la curita y sonrió— ¿Qué estabas cocinando que olía a quemado?—

—Estaba haciendo algo para que comiéramos, y se me había olvidado que había dejado una sartén con comida en la estufa y cuando lo fuí a ver ya estaba quemado—pasó una mano por su cabello y sonrió tiernamente

–Apesar de que la comida se haya quemado, agradezco que lo hayas intentado–sonreí mientras le acomodaba la curita–Listo

–Gracias–sonrió mientras miraba su dedo–¿Que te parece si salimos a desayunar?–sugirió mientras acomodaba algunas cosas

Lo pensé por un momento y luego asentí con la cabeza–Dame 10 minutos para arreglarme–Me di la media vuelta, me metí al cuarto y comencé a ver qué ropa podría ponerme. Por alguna razón esto me emociona demasiado, voy a desayunar a solas con Nils, admito que estoy nerviosa, pero nerviosa de emoción, ni yo misma se expresar lo que siento.

Al final opté por un pantalón negro y una playera gris y tenis negros, y me dije unas ondas en mi cabello con el rizador, algo casual.

–Estoy lista–Dije saliendo del cuarto en el que me había metido para cambiar, y lo vi a él, en el sillón viendo su teléfono.

Dejó su teléfono a un lado en cuanto me vio–Vaya, que linda te ves–se levanto del sillón y guardo su teléfono en su bolsillo trasero

–Gracias–oh por dios, creo que me sonrojé, miré hacia abajo.

Escuché una pequeña sonrisa burlona de parte de él–Te ves aun más linda cuando te sonrojas–

–Y si sigues diciendo esas cosas, más me sonrojaré. Mejor vámonos que me muero de hambre–me di la media vuelta, agarre mi pequeña mochila con mi dinero, mi teléfono y mi cartera y abrí la puerta

–De acuerdo–escuche que dijo viniendo detrás de mi
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