Después de ese "pequeño accidente" pasamos la tarde de relax, viendo películas, comiendo y riéndonos de cosas absolutamente tontas.
Todo fue perfecto.
Pero como todo tiene su final... El se fue de mi cuarto por donde vino; La ventana.
Ya es de noche y estoy apunto de acostarme a dormir, pero... no tengo sueño y sin sueño, no quiero estar echada en la cómoda cama, que me llama, pero la ignoro.
Mi madre se a vuelto a ir de viaje, así que aprovecharé para salir y no por la ventana como un animal... se lo he repetido un montón de veces que podía salir por la puerta, pero el se a negado y se a marchado por la ventanita.
Flasback.
— ¡Ian!— Chillo.
— Que si, que tu mami no está y que la puerta está disponible para salir.— Repite las palabras que le he dicho.
— Te puedes matar.— Le digo, para convencerlo de que no vaya por la ventana.
— Pues me entierras en el jardín y pones...— Para unos segundo para pensar y sigue hablando.— El chico que entraba en mi ventana y por donde yo lo dejara.— Dice guiñandome un ojo y lo miro mal, por sus estúpidas palabras.
— Mejor pondré...El chico pesado que se mató bajando de una ventana por cabezón.— Le digo sonriendo.— Y entre paréntesis, pongo... Pudo haber salido por la puerta.— Me río.
— Muy graciosa.— Dice subiéndose al poyete de mi ventana.
— Vete ya, pesado.— Le digo en broma, pero pareciendo sería.
— Claro, hermosa...—Acepta.— Pero tu y yo sabemos que estás deseando por qué me quede contigo.— Dice con arrogancia y luego, pega un salto hacia fuera de la ventana.
Chillo como una loca, porque probablemente se a matado.
— ¿¡Ian!?— Chillo asomándome por la ventana y mirando al suelo para ver si veo su cuerpo.— ¿¡Ian!?— Vuelvo a chillar, pero esta vez con miedo.
No responde.
— Se a matado, lo sabia... y ahora tendré que ponerle una tumba con la frase.— Me susurro para mi misma.
— ¡No me he muerto, guarra!— Grita su voz.
— Ya se a ido al cielo...— Digo con la voz melancólica.
— ¡Que no!— Vuelve a gritar y suelto una carcajada
— Lo se, idiota.— Le digo sonriendo y mirandolo.— Asta luego.— Le digo, haciéndole una seña con la mano.
— Asta luego, preciosa...— Dice y me manda un beso, llevando su mano a sus labios y luego enviándolo hacia mi dirección.
Me río y me vuelvo a meter en la habitación.
Es un tonto...
Fin del flasback.
Voy directamente al comedor y me siento en el sofá, para ver la tele y poder despejarme de lo tonta e ingenua que he estado siendo todo este tiempo.
Después de esta como una hora dibujos animados, el timbre de la puerta suena y aquí lo raro es, ¿A las dos de la mañana están llamando a mi puerta?
¿Quien será? Igual es Ian...
Voy hacia la puerta y cuando la abro me encuentro con más ni menos que un borracho Izan.
— ¿Izan?— Digo confusa.
¿Que mierda hace aquí?
— Her...hermosa.— Dice sonriendo, mientras que me mira.— Te qui...quiero.— Dice y abro tanto los ojos, que parece que se me quieren salir de las cuencas.
— Bien por ti, ahora vete.— Le digo intentado parecer fría.
— No.— Dice derrepente serio.
Me empuja con su mano libre, ya que en la otra tiene una botella de alcohol y entra a mi casa, conmigo agarrada del brazo.
— Sueltame.— Exijo, pero no me hace caso y me tira al sofá.
— Yo te quiero, así que eres mía y solamente mía.— Dice acercándose a mi.— Espero que no hayas hablado con ese tal Ian...— Dice y ahora parece enfadado.
Es bipolar...
— ¡No!— Chillo como una loca, mientra me remuevo debajo de su cuerpo, intentando escaparme.
No lo consigo y el tira la botella de alcohol al suelo, para después agarrarme los dos hombros y apretar hasta conseguir hacerme daño.
— ¡Sueltame, animal!— Grito pateleando.
— ¡Eres mía!— Grita acercando su rostro al mio, aparto mi cara y eso lo enfada.— ¿¡Entiéndelo!?— Grita zarandeandome como un loco recién salido del manicomio.
Da miedo.
Mientras el me lastima y me zarandea, yo me fijo en sus pintas... pelo despeinado, ojos rojos, ojeras, algún que otro aruñazo. El no sólo a bebido, el también se a drogado.
— ¡Vas a ser mía!— Grita y después, dejo de escuchar y ver por el puñetazo que me a soltado.
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La Chica De La Apuesta.✔
Roman pour AdolescentsSabéis eso que dicen; Te da el cielo y luego te lo arrebata. Pues eso mismo le paso a Emma Johnson, una chica normal, la cual no se metia en problemas, pero por desgracia, los problemas llegan a ella. Izan Jones, es un cantante, el chico mas popular...