Prólogo

21 2 5
                                    

Nos encontramos en la aldea de Neozonica. Prospera, bella, transitada y grande. En una casa de la aldea, nos encontramos con el protagonista de esta historia leyendo uno de los libros de su estantería con unos ojos vacíos y una cara inexpresiva con una gran tranquilidad imperturbable pero el grito de una mujer interrumpió su lectura. Se ve entrar a una mujer de pelo castaño con ojos marrones, alta, con un cuerpo voluptuoso, con una gran sonrisa. A lo que la mujer dice–

Nathan, es hora de comer así que vayamos a la cocina.

El protagonista le contestó a la mujer desconocida–

ya voy Christine.

La mujer llamada Christine asintió con una sonrisa, en la cocina ambos empezaron a comer tranquilamente hasta que Christine le pregunta a Nathan–

¿Cuándo tendremos un hijo o hija?.

La mención de este asunto dejo en shock a nuestro protagonista, pero sin demora Nathan respondió–

Eso no me interesa.

Christine agacho la cabeza con tristeza ya que ella y Nathan llevaban casados 1 año y siempre quiso ser madre y poder formar una familia con su esposo ya que ella estaba enamorada de el desde que eran niños pequeños pero en todo ese tiempo que llevaban casados solo habían tenido relaciones una vez, que fue en la noche de bodas, lo que Christine nunca supo es que Nathan solo se caso con ella porque, cuando el alcanzó la edad de 18 años su padre le dijo que debía casarse para tener un hijo para que el legado de la familia perdurara, desde ese entonces Ryu decidió buscar a una mujer "digna", entonces después de haber buscado durante mucho tiempo encontró a la mujer adecuada, su compañera de la infancia Christine, así es como ambos acabaron casados.

Tras terminar la conversación Nathan decidió marcharse de la casa para no tener que discutir con Christine. Una vez en la calle mientras caminaba empezó a escuchar murmullos que provenían de un callejón, intrigado se asomo a investigar para descubrir quienes estaban hablando, cuando se adentro en el callejón, descubrió que eran 2 personas encapuchadas que hablaban de una cueva ubicada en una montaña lejos de la aldea en la que vivía, ya que dentro de esa cueva al parecer se encontraba un objeto capaz de cumplir cualquier deseo, tras escuchar eso sin pensarlo ni un segundo, salió corriendo hacia las puertas de la aldea.

Una vez en las puertas de la aldea comenzó su travesía hacia la montaña para encontrar aquel misterioso objeto mencionado por esos sujetos encapuchados. Después de varias horas de caminar después de haber salido de la aldea, llego hacia la montaña una vez estaba ahí pudo ver un misterioso brillo que provenía de una cueva oculta detrás de una pared, aunque el era alguien al que no le sorprendía nada, no pudo evitar tener curiosidad de que había adentro.

El decidió entrar a ver, y lo que vio le dejo extrañado, era una especie de fuente en la que se encontraba una caja bastante decorada, sin dudarlo un segundo se acerco para ver mejor como era.

Tras abrir la caja un inmenso resplandor cubrió toda la cueva, lo que vio le dejo sorprendido, era un hombre alto, albino con puntas rojas, ojos rojo sangre, el sujeto que había aparecido de la nada tenía una sonrisa tranquila que desapareció al ver a nuestro protagonista, y paso a ser una de superioridad, el misterioso hombre lo primero que dijo fue–

Hola mocoso, que te ha traído hasta aquí, sobre todo, a un joven como tu que recién esta empezando a vivir su vida y debería estar con sus colegas o buscando novia, no aquí, en esta montaña alejada de la mano de Dios.

Nathan estaba sorprendido, ya que abrió una caja que estaba en una fuente dentro de una montaña a kilómetros de distancia de cualquier ciudad y este extraño sujeto le decía "mocoso" y le decía todas esas cosas que para el eran insignificantes y estúpidas, irritado de que este tipo le dijera esas cosas, le calló.

El Diario de un InmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora