La forma en la que Semi se ha ganado el gusto de los hombres no ha sido porque le parezca entretenido o sea su fascinación, después de todo el tiempo en el que sirvió a Shiratorizawa le enseñó no solo a dormir con un ojo abierto y con una mano empuñando un arma debajo de su almohada cada noche, sino también para darse cuenta de que la debilidad de un hombre también podía ser otro hombre.
—Semi, ¿estás seguro de lo que vas a hacer?
Por ello, la pregunta que hace el compañero que tiene a lado entra y sale de sus oídos con algo de desinterés a querer contestarla.
¿Está seguro? Sí.
¿Quiere hacerlo?
Bueno, considerando la situación en la que se encuentran, no tiene más remedio que esperar a que tenga éxito, después de todo, sino estuviera seguro al menos un poco, no habría pasado varias noches pescando la atención del líder de Nohebi anticipando los problemas que se le venían encima.
Una vez muerto el líder de la familia Gu, parecía que era responsabilidad de él intentar mantener ese lugar a flote a como diera lugar, después de todo cualquier sitio era mejor que volver a la calle, o peor, volver a Shiratorizawa.
Y es que desde que supo que le gustaban los hombres, sabía que solo tenía dos caminos si quería sobrevivir dentro de ese mundo de corrupción y terror. El de ser eliminado por eso o sacarle provecho. Durante su tiempo en Shiratorizawa, luego de ser arrastrado —y salvado de algún modo— por Tanji Washijo, líder de la organización, fue crucial para que sus métodos poco ortodoxos para conseguir información rindieran frutos.
Los hombres eran fáciles de manipular, y para Semi le era entretenido y divertido conseguir la información que Washijo solicitaba a cambio de hacer, lo que se suponía, llevaba practicando toda la vida para sobrevivir. En Shiratorizawa, al menos, ya no tenía que pelear por comida o por un sitio en dónde dormir pues Washijo lo premiaba luego de conseguirle algún tipo de información confidencial que llevase persiguiendo durante mucho tiempo.
Sin embargo cuando Washio lo encontró, por primera vez, enredado entre las sábanas y las piernas de uno de sus subordinados, vio en él el tipo de mirada asquerosa y depravada que veía en cada uno de los hombres con los que últimamente pasaba un par de noches en sus camas... pero también vio la expresión de un lunático.
No lo castigó ni mucho menos lo torturó por practicar ese tipo de actos que muchos consideran solo llevan a cabo los animales pero, si es sincero, Semi hubiese deseado que sí lo hiciera.
Que lo golpeara o lo matara ahí mismo antes de obligarlo a enredarse con él.
Antes de tener que engullir su maldita y asquerosa polla en su boca, queriendo arrancársela con los dientes.
Los hombres como Washijo, sin embargo, son como conejos que se reproducen en todos lados. El líder de Nohebi es similar, y es por eso que Semi ha pensando en él como su primera opción para conseguir un trato justo en el cual pudiera compartir unas noches a su lado a cambio de secretos. En Shiratorizawa, el pago por su compañía era así aunque también aprendió a nunca confiarse de nadie hasta que, claro, conoció al hijo de la familia Gu luego de haber sido botado por Washijo al ver que no cumplía con satisfacerlo solo a él y a nadie más.
A cambio de protegerlo, el hijo mayor de la familia Gu solo pedía su lealtad y, por supuesto, su habilidad para conseguir información sin tener que recurrir al sexo.
Pronto se volvió la compañía que muchos hombres solo buscaban en La Faire, y gracias al hijo de la familia Gu pasó de no tener opción a elegir a acostarse con los hombres, a tener el control absoluto de ellos y decidir si volvía a recurría a esos métodos o no.
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Eat me 【Haikyuu-SakuAtsu】
FanficAtsumu trabaja para La Faire, un triste y decadente bar de mala muerte administrado por el líder de la Familia Gu, una organización clandestina con gran poder económico y político a la que no pertenece pero al mismo tiempo agradece pues al menos le...