AMOR [Hankisa]

XXXVIII

Ambos se dirigían a su proxima parada, tazas locas, un juego un poco agresivo pero entretenido.

Entregaron los tickets, sentándose en una taza color blanca con decoraciones de gatitos. Sentado hombro con hombro, sus manos se tocaban y sus corazones latian frenéticamente.

—Sujetate a mi si no quieres que nada malo te pase. —Bromea Hanma pero a Kisaki no le importa si esta bromeando o hablando enserio, el se sujeta a su acompañante. Hanma no se resiste y lo acerca mas a él, devorando su boca con hambre.

—¡Dejen de comer enfrente de los pobres! —Grita un chico a su derecha, la chica que estaba con él lo calla golpeándolo. Hanma no responde enseñandole el dedo corazón, concentrándose en sentir cómo la lengua de Kisaki y la suya tenian una batalla por saber quien era la ganadora, el chico desconocido finge sorprenderse, siendo ignorado por la pareja.

Kisaki se separa de Hanma en busca de oxigeno, un hilo de saliva unia sus bocas, volviendo a besarlo muerde su labio inferior, Kisaki suelta un pequeño quejido que parecia mas a un gemido.

—E-Esta por comenzar.—Logra decir el millonario, buscando una excusa para apartarse del más alto. Si no lo hacia las cosas podrian subir de nivel y no queria montar un espectáculo.

Con un chasquido Hanma se aparta, concentrándose en sentir a su cita a un lado de él, solo por hoy lo dejaría pasar.

Pegados uno al otro estuvieron todo el tiempo que duro el juego. Kisaki odia admitir pero ese juego era un poco agresivo.

De juego en juego paso el tiempo rápidamente. Cenaron en un puesto de hotdogs. Kisaki no habia probado un hot dog callejero pero debe admitir que son deliciosos nunca antes en su vida habia experimentado lo que estaba experimentando con Shuji. Cenaron y después dieron una caminata, todavía no estaban listos para subirle a rueda de la fortuna. Hanma de niño amaba comer algodón de azúcar, compro uno de tamaño grande para compartirlo con Kisaki, estaba feliz de experimentar nuevas cosas junto a la persona que amaba, por qué si, él sabia que ya amaba a ese millonario de lentes, Kisaki pensaba lo mismo que Hanma.

—¿La estas pasando bien? —Dice pasandole el algodón de azucar, el de lentes lo acepta.

—Si estas tú incluido siempre la pasare bien. —Dice, sonrojándose al decir esas palabras cursis una lastima que Hanma no haya podido verlo.

—Me alegro. Quien iba a pensar qué un enano gruñon cómo tú iba a ser tan romántico. —Se burla, sonriendo con cariño por las palabras dichas, el sentía exactamente lo mismo que Kisaki.

—Idiota, no te burles y tampoco soy gruñón y enano. Ustedes son las jirafas. —Reclama cómo un niño pequeño. Shuji suelta una carcajada.

—Te falta crecimiento, no te dieron suficiente danonino y para tu información me gustan los enanos. —Le guiña un ojo, iba a seguir burlandose cuando es golpeado por el peluche de león.