Regulustober | Fictober 2021

Post-its

• Sirius Black & Regulus Black • 

(Continuación de Pelo)

Tener a Sirius frente a él cenando en el comedor del 12 Grimmauld Place era de las cosas más raras que Regulus vio jamás, lo cual era muy extraño porque Sirius vivió en esa casa y lo vio cenar frente a él muchas veces, pero ahora era distinto.

James Potter estaba sentado con ellos y cuatro niños hablaban muy animados de espadas y leyendas con Orion. Walburga y Narcissa tenían una conversación muy amena con James sobre Terrance y Leo que querían entrar al equipo de quidditch pero no lo lograron por ser de primero.

No creyó que Sirius aceptaría la invitación. En el descanso de invierno dejó que Terrance pasara unos días en su casa y Leo pasó el resto en la casa de su hermano, pero Sirius no había ido nunca. James era el que aparecía en su chimenea para dejar a Terrance con ellos y Narcissa hacía lo mismo para que él no tuviera que ver a Sirius.

La última vez que hablaron fue días antes de que Sirius se fuera y ahora ahí estaban ambos sin decir una sola palabra mientras los miembros de su familia no dejaban de hablar.

Claro que no estaban ahí sin hacer nada, sonreían ocasionalmente con lo que decían los niños y hablaban cuando sus hijos les preguntaban algo, pero en general ambos se sentían incómodos.

Regulus se sorprendió por cómo sus padres estaban tomando la situación, al parecer Sirius y él eran los únicos que no estaban seguros de cómo actuar.

- ¿Quieres jugar papá? - Alhena lo sacó de sus pensamientos jalando un poco de su manga.

- ¿Qué vamos a jugar?

- Son adivinanzas.- Dijo Terrance.- Nosotros te ponemos un post-it en la frente con algo escrito y debes adivinar que es, pero las preguntas solo se responden con sí y no.

- Claro, suena divertido.- Regulus le regaló una sonrisa a su sobrino.

- Vamos a la sala de estar.- Walburga se puso de pie.- Ahí podremos jugar mejor.

Los 4 niños se levantaron y corrieron hacia esa habitación, Regulus se sintió feliz de ver a Terrance ser parte de todos, el chico parecía haber crecido en esa casa junto a sus primos.

La sala de estar siempre fue la más cómoda y la favorita de Regulus para leer y de Sirius para poner su tocadiscos a todo volumen. Estar ahí juntos los llenaba de recuerdos sobre los tiempos cuando ninguno iba a Hogwarts y pasaban horas en ese lugar.

No podía dejar de sentirse extraño.

La primera en tener que adivinar fue Elara, Sirius le escribió la palabra Constelación y solo bastaron 5 preguntas para que adivinara.

Regulus no sabía si fue algo muy fácil o su hija era muy deductiva, pero el juego le pareció muy bueno para ayudar a los niños a pensar fuera de la caja.

Pasaron todos los niños antes de iniciar con los adultos y pronto fue su turno. Sintió el pegamento en su frente y las miradas de todos en él.

- ¿Soy un animal? - Lanzó su primera pregunta.

- No.- Dijeron en coro.

- ¿Soy un objeto?

- No.- Escucho nuevamente.

- ¿Soy una persona? - Preguntó y ahora esperaba que sí porque se dio cuenta que era más fácil adivinar personas que objetos o animales.

- No.- Volvieron a decir y escuchó a sus hijas reírse.

- Técnicamente, algo así.- Ese fue Sirius y Regulus vio a todos cuestionarlo con la mirada.- Para ti lo es.

Sirius lo veía directamente con una sonrisa en los labios y Regulus la devolvió muy animado.

- ¿Soy Kreacher? - Entrecerró los ojos y vio a los niños indignados.

- Ding ding ding ding.- Escuchó a James y supo que había acertado.

- Eso es trampa tío Sirius.- La primera en reclamar fue Alhena.

- Si, papá así no es el juego.- Terrance veía a Sirius de forma amenazante y Regulus se rió por el parecido que tenía con su hijo.

- Yo digo que se repita.- Leo miró a Regulus y luego a Sirius.- Pero que el tío Sirius no hable.

- Si, por tramposo.

Dijo Elara para después levantarse y caminar hacia su abuelo. Todos la vieron susurrarle algo en el oído y sin más su hermano tenía la boca sellada y los niños no podían aguantar la risa.

Regulus aceptó repetir su ronda y toda la noche la pasó entre risas con su familia.

Al finalizar los juegos, los niños rogaron por hacer pijamada en Grimmauld Place con sus abuelos y ellos aceptaron porque Orion ya estaba lanzando un hechizo en el techo de la biblioteca para que los niños durmieran bajo las estrellas.

Cuando llegó a su casa, fue un momento a su oficina para pegar su post-it con la palabra Kreacher en uno de sus portarretratos.

Estaba a punto de apagar las luces e ir a su habitación con Narcissa cuando un ave tocó a su ventana. Regulus la reconoció enseguida, Kooky era la lechuza de Terrance, ya muchas veces había ido a su casa a dejarle cartas a Leo.

La dejó entrar y le dio un bocadillo antes de acariciar un poco su cabeza.

Reg:

Esta noche fue muy rara, sé que te pareció extraño como actuaban papá y mamá, creo que nunca te enteraste pero ellos y yo hablamos hace mucho.

Mi mamá me escribió después de enterarse de que Leo y Terrance eran amigos. Con papá y ella limpiamos asperezas pero tú y yo nunca nos hemos dado el tiempo para eso. En parte es mi culpa, desde que los niños se conocen yo no he intentado acercarme a ti.

La última vez que hablamos fue una pelea y aun me siento avergonzado por las cosas que te dije. Me disculpo por eso y como le he enseñado a Terrance, las disculpas se dan en persona y me gustaría hacerlo de esa forma también.

Podríamos vernos si quieres, hablar y todas esas cosas.

Hoy me sentí bien al verte, te he extrañado todos estos años Reg.

Te quiere tu odioso hermano mayor, Sirius Black.

Regulus releyó la carta unas 5 veces y en todas sonreía como un bobo con un nudo en la garganta. Tomó pergamino y una pluma para responderle a su hermano y mandó a Kooky de regreso con sus dueños.

Siempre estaría agradecido de que Leo y Terrance se hubieran encontrado en esa vida y así reunir de nuevo a su familia. 

•••••

Ya sé que técnicamente es otro día y que fallé, pero en el fictober pasado alguien me dijo: el día no acaba hasta que me duerma. Ahora tomo eso como religión.

Esta continuación me encantó.

Espero que les haya gustado, nos leemos mañana -hoy(?)- 

- Boris.