¡Halloween ya esta a la vuelta de la esquina!
¿Que tal cinco pequeñas historias de la pareja Giyuutan para hacer más amena la espera?
/Pareja principal Giyuutan, posible mención de otros ships/
/Los personajes perteneces al manga Kimetsu No Yaiba...
>~Ambos son menores de edad, Giyuu (13), Tanjiro (8)~<
>~Los capítulos no tienen ninguna relación entre si~<
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- Hola Giyuu, es un gusto verte - una mujer abrió la puerta para dejar pasar al menor.
- Buenas tardes Kie - la saludo mientras entraba.
- Gracias por aceptar ir a pedir dulces con Tanjiro, no quería ir con nadie mas que no fueras tu, ni siquiera con sus amigos - hablo la mayor después de cerrar la puerta y dirigiéndose con él a la sala.
- No se preocupe, me gusta mucho convivir con Tanjiro - apenas dejo eso, el mencionado había entrado a la sala.
- ¡Giyuu! - corrió y lo abrazo - ¡Si viniste!
- Te prometí que lo haría - sonrió y correspondió el abrazo - ¿Aun no te pones tu disfraz?
- Te quería esperar - respondió mientras se separaba - ¿También te disfrazaras?
- Claro - agarro su mano - Así que vayamos arriba para cambiarnos.
El peli-burdeo asintió y ambos subieron a su habitación, la madre del menor solo rió por como su hijo se comportaba con Tomioka. El azabache había llegado a las cinco de la tarde y debían salir a las siete, así que estuvieron dos horas arreglándose y poniéndose sus disfraces, cuando dio la hora establecida ambos salieron, despidiéndose d ellos padres y hermanos del oji-gránate.
- Gracias por venir conmigo Giyuu - hablo cuando ya estaban en la calle dirigiéndose a la primera casa - Creí que ya no querrías pedir dulces porque ya eres grande.
- Que ya este grande no significa que deba de dejar de venir a hacer esto contigo - le sonrío - No importa si tengo trece o cincuenta años, si quieres que venga, lo haré.
- ... - esas palabras ocasionaron que le brillaran los ojos y después saltó para abrazarlo con fuerza - ¡Te amo Giyuu!
- Jejeje, ya también te amo Tanjiro - probablemente no sabían que significa amar o tal vez si, pero si se sentían bien juntos a pesar de ser muy jóvenes - Vamos, se nos hará tarde.
- ¡Si! - se separó del abrazo y sostuvo su mano con fuerza para seguir caminando.
Fueron a cada una de las casas que habían en el vecindario, en todas les daban varios dulces ya que les causaba ternura ver a Tanjiro vestido de calabaza, además de que se les hacía aun más tierno él como Giyuu lo protegía y cuidaba, parecía un hermano mayor cuidando de su hermano menor. Después de un rato de pedir dulces, decidieron tomar un pequeño descanso, así que fueron a un pequeño parque que estaba por ahí, sentándose debajo de un árbol y comenzando a compartir los dulces que les habían dado, comiendo uno que otro de paso.
- Mira, me dieron una paleta de cereza - dijo mientras mostraba aquel dulce de color rojo.
- Creo que es porque combina con tu cabello - hablo mientras comía un chocolate negro.
- Mmm - fue lo único que dijo antes de romper la envoltura y meter el dulce en su boca.
- Solo comete ese dulce, tu mamá nos va a regañar si se da cuenta que comiste varios - ya sabía que el menor no siempre se contenía con los dulces, así que era mejor evitar que comiera muchos.
- Esta bien - apenas se le entendió debido a el dulce - Mmm~ sabe deliciosa.
El oji-azul rio y negó, aveces el menor le causaba demasiada ternura, eso ocasionaba que no se quisiera separar de él, se encargaría de protegerlo aunque creciera y ya no necesitará de él. Las horas pasaron y cuando menos se lo esperaban ya eran casi las once de la noche, debido a lo tarde que era, Tanjiro se empezaba a quedar dormido y por eso mismo Giyuu lo cargo hasta llegar a su casa.
- Aguantaste un poco más, el año pasado te dormiste a las diez - rió, el pequeño apenas si podía entender que decía debido al cansancio.
- También estoy creciendo - hablo un poco bajo, pero el contrario lo pudo escuchar.
- Si, es tiempo pasa muy rápido a veces y no nos damos cuanta - sonrío con algo de nostalgia - Por eso es bueno que ciertas cosas se mantengan igual, como hoy por ejemplo, me gusta venir a pedir dulces contigo.
- A mi igual - bostezó y se acomodó, ya que estaba en la espalda del mayor - Me gusta que sigamos haciendo esto juntos.
- Y será así por varios años, créeme - escucho otro bostezo que salía de los labios del menor - Duerme, te despierto cuando lleguemos.
- No te preocupes, tendremos más tiempo para hablar, peor por ahora debes descansar.
No volvió a escuchar que el peli-burdeo hablara, solo escucho su respiración calmada que indicaba que ya estaba durmiendo.
Todo cambia, pero es lindo que algo se mantenga igual, para Tomioka, eso que siempre se mantendría tal y cómo está es lo brillante que podía llegar a ser el oji-gránate, era algo que le causaba paz y que deseaba que siempre siguiera así, y más en cuanto a esas fechas se tratase.
- Giyuu, cuando nos casemos, ¿Seguiremos pidiendo dulces juntos? - hablo entre sueños, pero parecía que era una pregunta consiente.
- Si así lo quieres, lo haremos - deseaba que así fuese.
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>~Como tal no trató del concepto principal pero la idea se me hizo algo linda~<
>~Me voy en unas horas y no creo poder terminar el último capítulo a tiempo 😰~<
