Parte 3

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Llego a la calle donde ella vivia, vio como todo de la noche a la mañana habia dado un cambio tan repentino que cuaquier cosa que se hubiera imajinado anteriormente seria una autentica tonteria. Se disponia a subir por las escaleras cuando de repente un vecino la llamo la atencion por subir demasiado despacio, pues el subia por detras con varias maletas. Ella rapidamente se echo para una esquina de las escaleras y le pidio disculpas, este refunfuñeando le dijo que no pasaba nada que quedava perdonada. A Eliza se le ocurrio por un momento preguntar para que eran esas maletas con las que subia tan cargado aquel tipo enfadado, se pregunto a si misma aver si no iba a quedar como una cotilla, lo que pasa es que las ganas que tenia de saberlo para que eran, era mayor que lo que le decia la cabeza, de modo que le pregunto a ver el por que de llevar tantas maletas a casa. Este tipo le respondio que habia notado como habian cambiado cosas en su sitio de trabajo y que nunca venia mal tener las maletas echas en caso de que hubiera alguna emergencia poder salir rapidamente y tardar el menos tiempo posible de salir del pais. Eliza se quedo perpleja ante las palabras de este hombre pues ella sabia que trabajaba como representante dle ayuntamiento de su localidad y que si algo malo estaba sucediendo el seria el primer entewrado en sabere lo que pasaria. Ella no le dio demasiada importancia a este echo y asintio la cabeza dandole la razon a este hombre. Cuando llego a casa gracias a dios penso ella que no estaba su marido. De modo que tendria que esperar que este llegara a la noche para decirle lo que le habia dicho el medico. Ella por un momento penso tambien en ocultar dicha informaciona  su marido con el fin de poder el hijo de modo que nada de eso hubiera pasado. ¿ Pero y si Juan queria ese niño? que debia de hacer ella darle este capricho a su marido o hacer lo que ella realmente creia que era lo oportuno. Estas dudas fueron las que se le vinieron a la cabeza y a las que no las encontraba solucion.

Por fin Eliza noto como alguien intentaba abrir la puerta, malamente al final consiguio abrir la puerta y era el Juan, recien llegado de la mina estaba echo polvo, se tiro directamente encima de la cama y despues de permanecer media hora alli decidio levantarse y ir a comer la comida que Eliza le habia reparado con mucho cariño.

El intento comer todo lo rapido que pudo para poder acostarse lo mas rapido posible, sin valorar lo que estaba comiendo, lo que tanto tiempo le habia costado a Eliza cocinar le pidio que le diera un trozo de pan para poder untra la sala que se habia quedado en el plato, se notaba que estaban en una epoca donde a casa llegaban pocos alimentos, solo le quedo lamer el plato para que no se desperdiciara ni una gota de salsa que tanto trabajo le habia costado a hacer a Eliza. Ella se acerco a el con la excusa de que tenia que fregar los platos, no sabia como decirle esa mala noticia, le notificio que tenia que hablar urjenteme con el, este se puso en las peores de las circustancia decia sin saber el problema que trabajaria mas que meteria mas horas en la mina y que haria el trabajo que nadie queria es decir el de traspotar las piedras de zufre que se consideraban cancerijenas para pagar su tratamiento. Esta le miro con cara de no saber que estaba diciendo le dijo que no tenia ninguna enfermedad yque ella estaba bien no la tendria que pagar ningun tratamiento. El solto una bocanada de aire y le dijo que haber que sucedia realmente, el mucho mas relajado le insitio en que se lo contara. Eliza se preparo para decirlo todo aire y….

Al Monte obligadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora