Charlie
Estoy llevando a Lauren, a un lugar muy importante. A mi casa. Nunca había traido aquí a nadie, puesto que es el único espacio, en el que soy yo mismo. En mi casa, guardo mi pasado más preciado. Guardo el Charlie, que nadie conoce, guardo mi vida anterior. Y es que son demasiadas sombras las que me persiguen. Mi pasado son como cadenas que arrastraré por el resto de mi vida y debo de protegerlo.
Haber visto a Lauren, como salía de su casa corriendo, y seguirla, hasta ver que ya no tenía más a donde ir, hizo que mi congelado corazón, latiera un poco. Por primera vez en años, sentí algo. Sentí que debía protegerla de la lluvia, de hombres que la mirasen con deseo... Sin entender por que, quería y deseaba tenerla a mi lado, así fuera para escuchar lo absurdo de sus palabras. Su presencia, me hacía sentir vivo por momentos. Y cuando algo por pequeño que sea, te hace sentir la vida, te enganchas como si fuera cocaína.
Lauren
Veo como nos vamos alejando de la ciudad. Nunca había salido de ahí. ¿Y si estoy con un loco de el volante?. ¿Y si me quiere matar? ¿O me querrá hacer algo?. Esto y muchas preguntas más que se vienen a mi cabeza. El estomago se me revuelve. Creo que me estoy poniendo nerviosa.
" Relajáte... demuestra seguridad, princesa" Tiene razón. Lo mejor es mostrar seguridad y que no puede intimidarme. Como siempre. Aunque eso de princesa no es para mí, no soy una ni tampoco me considero como una. Solo soy una chica llena de inseguridades y una rata más de la biblioteca al lado de uno de los hombres más exitosos. Eso me hace sentir como una hormiga al lado de un elefante.
Quisiera sentirme segura de mi misma, pero es a veces inevitable preguntarme, ¿Seré suficiente?. Y la verdad mi madre no ayuda mucho burlándose de mi. De solo recordar sus duras palabras, me duele el corazón. Literalmente siento un nudo.
- Señor Charlie White, ¿Podrá decirme usted a dónde vamos?- pregunto después de unos minutos de silencio.
- Pronto lo sabrás, no seas impaciente- dice arrugando la nariz.
¿Impaciente? Sí y mucho. ¿Curiosa? Sí, demasiado. ¿Nerviosa? Sí, un sí grande.
En los momentos de silencio he contado todos los letreros de las calles. Han sido unos 30 letreros. El que más me inquietó, fue el de " Salir de Nashville" y una flecha para el lado derecho. El cuál Charlie siguió.
- Mmm... ¿No irás a matarme? ¿No?- inquiero. No puedo evitar pensarlo.
- Me has pillado... te iba a matar, a descuartizar, a sacarte los órganos y a venderlos, porqué necesito dinero.- dice con ironía. No pude evitarlo y me echo a reír.
Charlie también ríe. Se ve tan precioso cuándo deja de ser frío. Es la primera vez que le veo reír con tanta intensidad. Debería hacerlo más a menudo.
- Lo siento... no pude evitarlo preguntar, era algo que me daba vueltas en la cabeza hace rato- confienso. ¡Qué vergüenza!
- ¿Porqué piensas que te voy a matar?- pregunta y me mira con los ojos llenos de curiosidad.
Me encanta que me mire, me vuelve loca.
- Pues, no es difícil de deducir... Desde que me conociste me has hablado mal y a veces me hablas bien... Y qué de repente aparezcas y me lleves en un coche negro en su totalidad, incluyendo ventanas a un lugar, que , quién diablos sabe, pues me hace pensarlo- digo con aires de suficiencia.
Es una deducción inteligente ¿No?. O eso creo...
- Siento decirte qué, en esta ocasión, esa deducción de CSI, es totalmente errónea. Aunque no del todo. Tal vez, solo te equivocas de día. Esta noche no pienso matarte- dice y esboza una sonrisa, a su vez me guiña el ojo.
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Las Sombras De Charlie
RomanceLa vida de Lauren Bennett, con 17 años, pura e inocente, cambiará de la noche a la mañana, al conocer al mitíco jefe de la Compañía White. Charlie la envolverá en las sombras de su pasado y ella tendrá que descubrir su secreto más preciado. "Ella e...