Lo arruinó completamente, debido a su falta de madurez y malas decisiones ahora todo era un caos. Nuevamente Chat Blanc apareció en el radar parisino, la vez pasada corrió con suerte al tener de su lado a Bunnyx, pero ahora todo era diferente.
Ahora la heroína del conejo no estaba a su lado, el maestro Fu no recordaba absolutamente nada y el nuevo maestro parecía odiarla. Tenía que resolverlo a como diera lugar, pero ¿Cómo? El único que podía hacerlo era su gato fiel que ahora era el villano de la historia.
Todo era horrible, sus lágrimas caían sin cesar, no tenía tiempo ni para procesar todo lo que descubrió en la última hora. Fue tan tonta en no darse cuenta de nada que ahora que veía hacia atrás no podía dejar de pensar que su ceguera fue terrible.
¿Cómo no había notado las similitudes? ¡Por favor! Hasta el cabello era del mismo color y algunos hábitos también, lo sabía pues ambos– ¿O debería decir él? – Eran sus mejores amigos. Adrien y chat Noir eran la misma persona.
—¡Basta por favor! —gritó atemorizada siendo rodeada por Shadowmoth, mayita y su ex compañero de aventuras.—Me rindo.
Era verdad, ya no quería nada. Se sentía estúpida, terrible y la peor persona del mundo por mucho motivos. Se suponía que era solo una adolescente de dieciséis anos que debía vivir cosas de su edad, no estar salvando al mundo cada veinticuatro siete, además su vida personal era un meollo de mentiras, las cuales hicieron que todos terminaran por alejarse: A nadie les gustaban las mentirosas, y ella era una.
Ni siquiera podía contar con su familia o Alya pues Gabriel Agreste se había encargado de acabar con sus vidas al manipular a Adrien para cometer el crimen.
—Yo...solo quiero ser feliz. —El jadeo que salió de su garganta fue tan roto que provocó dolor no solo en su corazón, sino también en el ex héroe que estaba en medio de ambos adultos.—Chat... perdón, jamás quise ignorarte ni hacerte a un lado.
—Blah blah blah.— se burló Gabriel, apuntando con su bastón a la Catarina.— No te dejes convencer hijo, ella te utilizó, siempre te hizo a un lado y vio por su bien. Ni siquiera le importa París. — Se apresuró a decir al ver la mirada vacilante en los ojos gatunos.
—¡Eso no es cierto!— vociferó llena de rabia.—Yo te amé, te amo demasiado que me duele el alma. Me enamoré no solo de ti...
Los ojos ahora azules del gato se abrieron en demasía, en el fondo del corazón del chico algo se movió, sin embargo no le dió tiempo de decir algo pues Nathalie tomó la palabra.
—Adrien ¿Cuántas veces lloraste porque decías que nadie veía más allá de tu apellido? ¿Cuántas veces te sentiste solo ya no estuvo para ti? ¿Cuántas veces sentiste que Chat Noir era mejor que el simple chico rico?— atacó dónde sabía que le dolía, ella había descubierto antes que nadie la identidad del gato y había planeado todo esto para quedar bien con su amor secreto.— No le des la oportunidad de que te vuelva a hacer daño, nosotros solo queremos protegerte.
Shadowmoth sonrió satisfecho ante las palabras de su fiel aliada, ella tenía el ingenio para mover las piezas necesarias y conseguir su objetivo.
—Eso no es verdad, me conoces.— ambos azules se conectaron por primera vez dentro del lapso de esa batalla campal que se desató desde primeras horas del día.— Sería incapaz de hacerte daño. Por favor....
—No tengo tiempo para sus cursilerías.— Shadowmoth caminó hacia la heroína, llevaba en su mano el icónico bastón multi usos que ahora servía como lanzador de flechas.— Chat Blanc, acabaré con tu sufrimiento, desapareceré a la persona que tanto mal te ha hecho.
Tras el anuncio del mayor de todos, Ladybug se quedó congelada en su lugar, no hizo el más mínimo esfuerzo para defenderse. Las palabras de los villanos calaron en ella y en el fondo les daba la razón; estaba podrida, era una mentirosa, una cruel, desleal, envidiosa, mala persona que merecía un final tan trágico como el que le esperaba a manos de su mayor enemigo.
El impacto de la flecha jamás llegó a su cuerpo, estaba intacta. Solo sintió como unos brazos medianamente fuerte que la rodeó de manera protectora, alejándola de su fatídico destino.
—¡Chat! — Fue lo único que dejó salir cuando todo fue claro y reaccionó.—¡No! ¡Adrien!
*Una flecha atravesó el cuerpo de la persona que más quería*
El gritó de Gabriel y Nathalie al destransformarse, fue totalmente desgarrador. No estaba en sus planes que el Akuma se manejara por si mismo y pudiera en riesgo a su mayor tesoro.
Sus dos personas favoritas en una misma estaba tendido en el piso, mirándola con una pequeña sonrisa en el rostro que le costaba mantener.
—Te creo.— Articuló con cuidado.— Perdón por no hacerlo a tiempo, tú...
—Estarás bien, todo terminó.— quiso darle aliento al arrodillarse y sostener la cabeza de su amor platónico. El Akuma ya de había despedido del cuerpo del chico, dejando a su paso solo un cuerpo casi frío.
Escuchó como la respiración de Adrien poco a poco perdía fuerza.
—Resiste por favor.— rogó.— yo arreglaré todo.
Él negó, vio por el rabillo del ojo como su padre y Nathalie huían, "par de cobardes" pensó con un dolor más allá físico. Volvió su mirada a su Catarina amada, no se podía resolver nada. El Akuma había dejado su cuerpo justo en el momento que él se abalanzó sobre ella, por lo cual la flecha me había dado justo siendo un simple mortal.
—Se feliz, por ambos.— tomó con esfuerzo la mano ajena.— cumple tus sueños, permítete ser tu misma sin importar que....
No pudo continuar más con sus palabras, en este momento Adrien Agreste y Chat Noir habían perdido la vida, dejando a una Ladybug sola y a una Marinette inestable llena de sed de venganza.
En otra vida ya no sería tan ciega, ni dejaría que sus malas decisiones le arrebataran a las personas a las que más amaba. ¿En otra vida? ¡Ja! Mejor en esta.
—Tikki, destranformación.
No ando muerta jaja, solo intento volver a conectar con Miraculous y mis historias. Los quiero ❤️
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En otra vida [OS MLB]
FanfictionLadybug ya no puede soportar ni un minuto más en lo que se había convertido su vida ¿Que pasará con ella cuando Chat Blanc vuelva?