Capitulo 29|Mensajes y llamadas.

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Cuando abro los ojos, la luz que entra por la ventana me molesta y los vuelvo a cerrar, soltando un gruñido por la molestia. Cuando deja de molestarme y los puedo abrir bien, veo que Ian ya no está a mi lado, sin embargo, en su lugar hay una nota.

— ¿Cuando se a ido?— Me pregunto en voz alta a mi misma y agarro la nota, para poder leer lo que pone.

Siento no estar a tu lado...

Espero que te cuides, hasta que vaya yo y no hagas mucho esfuerzo. No se que más decirte, pero bueno... supongo que con "Un luego nos vemos" esta bien la despedida de esta carta.

Ian Foster.

Bonita carta...

La vuelvo a dejar en donde estaba y con cuidado me levanto de la cama, para luego lentamente comenzar a caminar hacia el baño.

Por fin... me miraré en un espejo.

Cuando llego al baño, lo primero que veo es que el espejo que habitualmente está pegado en la pared encima del lavamanos, no esta.

¿Que mierda...?¿Se a llevado el espejo?¿Esto va en serio? No me lo puedo creer...

Salgo del baño enfadada y cuando veo el móvil encima de la mesita de noche, lo agarro y le mando un WhatsApp a Ian.

Menos mal, que tengo su número...

¿Donde mierda esta el espejo del baño...?— Emma.

Una vez mando el mensaje, a los segundos me llega uno de su parte.

🤣🤣 — Ian.

¿En serio? Solo se rie.

No me hace gracia.— Emma.

No lo se...— Ian.

Lo as quitado de la pared del baño.— Emma.

Pues búscalo.— Ian.

Bufo y miro a los alrededores del cuarto, aun sabiendo que no lo voy a encontrar, porque seguramente se lo a llevado con el.

Maldito.

Cuando vuelvo a mirar el móvil, me doy cuenta de que hay otros dos mensajes de el y de que encima está escribiendo.

No te mires al espejo, ya sabemos que eres bonita... presumida.— Ian.

El espejo no lo vas a encontrar, así que descansa.— Ian.

Estúpido.— Emma.

Con ese último mensaje, me quito del WhatsApp y tiro el móvil hacia la cama.

Salgo de la habitacion y intento dirigirme hacia la cocina, pero como he dicho "intento" ya que el timbre de la puerta suena y hace desviar mi camino de la cocina, hacia la puerta.

— ¿¡Quien es!?— Pregunto en un grito, mientras voy llegando hacia la puerta.

— ¡Tu queridisima amiga!— Grita la persona que hay al otro lado de la puerta.

Mikaela, Mika o Milka...Como queráis llamarla, pero es mi mejor amiga la que está llamando a la puerta o mejor dicho aporreandola como una loca recien salida del manicomio.

— ¡Ya voy!— Grito a la vez que abro la puerta.

— Menos mal...¡Aaaah!— Grita al verme.

— ¿¡Que pasa!?— Pregunto alarmada, igual le a sucedido algo.

— ¡Tu cara, tonta!— Dice y encima me insulta.

Cuanto quiero a mi amiga... QUE SE NOTE EL SARCASMO.

Fue Izan.— Le digo, dejándola pasar a casa.

— ¿Tu madre lo sabe?— Pregunta y niego.

— No.— Digo en voz alta.— Ella vendrá mañana con su nuevo noviecito.— Explico.

— ¿Noviecito?— Pregunta con una sonrisa.

— Si, pero ese noviecito está cambiando a mi madre.— Le digo, haciendo comillas con mis dedos en la palabra noviecito.

— ¿Para bien o para mal?— Pregunta.

— Para mal.— Contesto.

— Uff...

— Si, uff...— La imitó.

— ¿Por que te a pegado Izan?— Pregunta.

— Iba borracho, llamo a mi puerta y yo como una tonta abrí la puerta, hubo unas cuantas palabras y luego se me tiro encima.— Le explico.

— ¿Te as visto en un espejo?

— Ian no me deja.

— ¿El del baño?— Pregunta confusa.

— Se lo a llevado.

— Umm... mirate con el móvil.— Dice y por primera vez es útil para algo.

— ¡Tu cabeza de tonta a servido para algo!— Exclamó.

— Te he dicho lo muchisimo que te quiero...— Dice.

— No, pero yo en el fondo se que me amas.— Le digo y empiezo a caminar con un solo objetivo; Mi cuarto.

Cuando llego agarro el teléfono, pongo la contraseña y en cuanto me deja entrar, pongo la cámara y lo primero que veo son mis dos ojos morados, mi labio partido, al igual que la ceja.

Me a rebentado la cara.

Cuando voy a quitar la cámara del móvil, una llamada sale de entrante con el nombre de Ian.

Ian.

El si que es un amigo de verdad y no como Izan...Que solo me quiso para una apuesta.

En cuanto descuelgo la llamada la voz de Ian me sorprende con un grito.

— ¡No salgas de tu casa, ni te asomes a tu ventana!— Grita.

¿Que estará pasando?¿Por qué se pone así?

La Chica De La Apuesta.✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora