Capítulo 48: La Carta

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Mientras Dexter corría, yo solo miraba por encima de su hombro en tanto lloraba al saber que tuve que dejar a mi niña atrás por su bienestar.

Escuchaba los gritos de los cazadores tras nosotros, en tanto cada vez, veía cómo estos se acercaban más.

El atardecer ya se apoderaba del cielo, en tanto yo, aún no procesaba que esto estuviera pasando.

De repente, Dexter se detiene bruscamente. Volteo el rostro para ver qué sucede en tanto veo a los Victorian parados frente a nosotros.

—¡Se acabó el juego! —Sonrieron mientras sus ojos amarillos predominaban en la oscuridad del bosque. —¡Entreguen a la niña! —Gritó.

Inmediatamente, comencé a pensar en algo que le pudiera decir a los Victorian. Una excusa para que éstos no sospecharan que habíamos dejado a la niña.

—Bájame Dexter. —Murmuré, en tanto Dexter me ayudaba a mantenerme en pie, ya que la herida de bala en mi pierna, era muy dolorosa.

Miré a los Victorian a la cara con rabia en mis ojos.

—¿Ves esto? —Señalé mi pierna. —¡Nos dispararon! —Dije mientras veía cómo los cazadores llegaban y nos rodeaban. —Tus cazadores, nos dispararon sabiendo que teníamos una bebé en brazos, y adivina que... ¡La mataron, hijos de puta! —Lloré mientras Dexter me sujetaba.

Tenía que hacerles creer que Katrina estaba muerta, tenía que convencerlos de mi dolor. Era la única forma en la que estos, dejarían de buscar a Katrina.

Los Victorian, me miraron muy serios en tanto estos se quedaban callados.

Los cazadores, solo esperaban las órdenes de los Victorian para eliminarnos del mapa. Estos, nos apuntaban con sus rifles en tanto los Victorian, solo nos miraban.

—¿Donde está la niña?

—¿Eres imbécil? ¡Te dije que estos hijos de puta la mataron! Tuve que enterrar su cuerpo con mis propias manos, pendejo. —Hice como si quisiera ir a partirle la cara a los Victorian, que en realidad sí quería, mientras Dexter me sujetaba de un brazo.

—Bueno, si es así, no hay nada que nos impida arrancarles la cabeza. —Los Victorian, comenzaron a correr hacia nosotros en tanto Dexter me empujaba hacia un lado y corría hacia ellos.

Dexter, comenzó a pelear con los Victorian en tanto veía, cómo éste se transformaba. Los cazadores, comenzaron a acercarse más hacia nosotros mientras nos rodeaban.

Un Victorian, tomó a Dexter del cuello en tanto lo aventaba al suelo con mucha fuerza.

—Es inútil señor Mcfan, solo está atrasando su muerte, dándose un poco más de tiempo. Nunca va a ser tan fuerte como nosotros, además, somos más. —Sonrió. —Sin mencionar, los cazadores que quieren arrancarles el corazón. —Rió en tanto se acercaba a Dexter quién aún seguía en el suelo.

Dexter estaba lastimado, la caída desde el tercer piso y el disparo que tenía en el hombro, le evitaba tener la fuerza cómo para pelear. Pero éste, aún así, lo intentaba.

—Tendrás que matarme a mí primero antes de tocarle aunque sea, un cabello a mi esposa. —Suspiró con rabia mientras miraba a los Victorian.

—¡Será un placer! —El Victorian, se acercó a Dexter y lo levantó, tomándolo del cuello.

Un cazador, se acercó a mí por la espalda, y me tomó por el cabello mientras me apuntaba con su rifle.

—¡No, no le hagan daño, se lo suplico! —Lloró Dexter mientras me miraba cuando aún, el Victorian le tomaba por el cuello.

Colegio Wolfrahan ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora