La fiesta continúo sin inconvenientes, hasta que Elyas y Minet llegaron a la mesa donde se encontraban Frank, sus padres y su desconocido amigo.
-Elyas, jovencito, déjame felicitarte por el gran negocio que estas haciendo con esta encantadora señorita- dijo el robusto hombre.
-Gracias, señor Garnes, pero no lo considero realmente un negocio- agradeció el moreno con una amplia sonrisa. Y es que, a pesar del desatinado comentario, seguía siendo uno de los socios de su padre y no echaría a perder todo su trabajo. Cuando el manejara la empresa familia, otra canción sonaría, pero de momento no convenía.
-Ah si, si, eso de los sentimientos- dijo sin darle importancia alguna- supongo que eso también cuenta, es como un bono extra- agregó dándole al joven una fuerte palmada en la espalda mientras reía jocosamente, como intentando hacerse notar en el lugar.
-Felicitaciones Elyas, Minet- saludo Frank luego de que sus padres los felicitarán- solamente quería que quedará en claro que mis problemas son con De Luque- dijo calmadamente sin dejar de sonreír, pues el mundo de la gente de poder solía manejarse de aquella manera, era un juego asqueroso del cual, lamentablemente, hasta Elyas sabía que debía jugar de esa forma.
-Frank- su padre estaba sorprendido al escuchar aquello, al parecer no estaba al tanto de lo ocurrido en el lago Engolasters.
-Descuida padre, fue sólo un mal entendido con un amigo de Elyas- dijo rápidamente sin apartar la mirada de Elyas- el ex de mi Guille- aclaró.
-¿Y dónde está Guillermo?- preguntó Elyas con aquella fingida amabilidad, mirando al otro joven en la mesa.
-No pudo venir- respondió con simpleza- además supusimos que De Luque estaría aquí, no queríamos generar un mal ambiente- agregó- pero traje a un amigo en reemplazo- señaló al joven a su lado, que saludo inclinando la cabeza con una amplia sonrisa- te lo presento, él es Bruno Gálvez-.
Elyas y Minet saludaron al joven, sin tener la más mínima idea de quién era realmente. Este les devolvió el saludo y los felicito por su compromiso.
-Minet, querida estás preciosa- acotó la madre de Frank para romper un poco el incómodo silencio que se había generado.
-Ah, muchas gracias señora Susan- respondió con una amplia sonrisa.
-Y pensar que mi hijo estaba perdidamente enamorado de ti- agregó hablando de más- es una lástima pero él se lo pierde- dijo dejando escapar una risita.
-Fue Minet quien me rechazó madre- dijo divertido su hijo- pero es normal, la familia de Elyas tiene más dinero y más trabajos en conjunto con la familia Roma, era normal-.
-Te rechace porque eras un patán, no porque tuvieras menos dinero- repuso molesta, pero sin dejar la sonrisa, sintiendo como Elyas presionaba levemente su mano.
-Eso dices ahora- canturreo el azabache- pero ya da igual, ni que fuéramos a quebrar por no tener tantos tratos con tu familia- dijo sarcástico.
-Qué bueno que pienses así, porque cuando sucedamos a nuestros padres, muchas cosas van a cambiar- su dulce voz permanecía aunque quisiera golpear al contrario.
Elyas se puso de pie- muy bien, si nos disculpan, aún tenemos a más personas que saludar- dijo tomando la mano de Minet quien se despedía con la otra, para ir a la mesa siguiente. El moreno sabía que Frank lo único que buscaba era incomodarlos y no iba a darle el gusto. Tantos años yendo y viniendo con sus padres les había enseñado como tratar con personas difíciles. Ahora solo quería llegar rápidamente a la mesa de Samuel y compañía para ponerlo alerta, pero quedaban varias mesas más.
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Mi trébol de cuatro hojas
Fiksi PenggemarEncontrarnos con "esa persona" es tan difícil como encontrar un trébol de cuatro hojas en un inmenso jardín lleno de ellos. Con el tiempo se marchitan y mueren. Cuando Samuel y Rubén se encontraron ambos estaban marchitándose... ¿podrán volver a fl...