✨Vida✨

4

Luego de unos pequeños grititos infantiles por parte de Christopher quien al fin me dijo su nombre, entre otras cosas más. Obvio iba aprovechar mi estrategia para sacarle información.

—Recapitulando un poco todo lo que me dijiste— abrí la puerta del depa —no es la primera vez que me ves y además ya me conocías hace unos años atrás.

—Sí— respondió fastidiado.

—Aun me siento perdida y no me ayudas en nada con tus pocas palabras— tome asiento en una silla del comedor.

—Tampoco pretendo contarte toda mi vida— imitó mi acción —busca el botiquín que ya me tengo que ir 

—¿Siempre estas ocupado?— lo mire firme

Sigiloso se fue acercando de a poco a mi hasta quedar a una distancia prudente—Los bancos no se roban solos— susurró mientras me daba una sonrisa lobuna.

A pasos rápidos subí hasta mi habitación por alcohol, algodón y alguna pomada, al bajar encontré al chico hablar por teléfono y se veía un poco molesto, su ceja brotaba sangre aún. Tiene la sangre caliente todavía.

Me detuve frente a él. —Hablamos ahora— colgó y dejó su celular en la mesa.

Cuidadosamente dí leves toques a su herida en la ceja, ni siquiera se quejó un poco, sus ojos estaban cerrados mientras su pierna izquierda se movía con desesperación.

¡Que hombre tan inquieto!

—Dame tu número— con su mano derecha apartó mi mano de su rostro.

—¿Perdón? Ni siquiera te conozco bien— me crucé de brazos indignada.

Enarco su ceja. —Me lo dices Tú— acentuó la última palabra —quién me invitó a su departamento— se recostó en el respaldo de la silla.

—Fue tonto, ya lo sé— rodé los ojos y seguí con lo mío.

Luego de ponerle una pomada —la cual no quería dejarse en lo absoluto, pero al final accedió— se puso de pié para marcharse.

—Gracias— susurre antes de que saliera por la puerta.

—No importa, ya parece costumbre— se recostó en el marco —al final me darás tu numero o tengo que seguir insistiendo.

—Que hombre tan necio— me queje mientras buscaba una libreta para apuntarlo.

Luego de encontrar la pequeña libreta de apuntes de mamá, anote mi número y mi nombre para que no lo olvidara, cosa bastante absurda.

—Toma— estire el papelito envuelto —sólo contesto entre las 6 y 10 de la noche. Llevo una vida muy ocupada.

—Seguro— tomó el papel —te escribo más tarde para que agendes el mío. Y no vuelvas a salir por ahora, descansa tonta

Y sin mas siguió por el pasillo hasta llegar al elevador e irse. Subí hasta mi habitación para darle una ducha caliente y hacer un poco de tarea para tener el domingo libre.

🌻

Estaba a punto de irme a dormir, eran las 2:47 am y apenas logre terminar una tarea de sociales. Mi celular vibró en mi mesita de noche y dudosa lo tomé.

Número desconocido
¿Despierta?

Christopher, supongo?

Así es.

Estaba por irme a dormir, que haces despierto a esta hora?🤨

Te gustaría acompañarme a un lugar? No es peligroso

¿¡A esta hora!? Estás muy loco si piensas que lo haré. ¡Mamá me mataría si salgo a esta hora y con un desconocido! 😑

En serio aún tienes la teoría de mí como un extraño? Baja ahora o toco el timbre de tu departamento. Te estoy esperando abajo⏱️

¡Por lo menos déjame buscar ropa decente!

Trae chaqueta hace mucho frio, y no te daré la mía.

Estás muy loco christopher.

Chris. No es necesario que digas todo mi nombre🙄

Como sea, dejame alistarme y bajo.

Deje mi celular en la cama para buscar algo en el armario, no sabía dónde iríamos así que opté por algo más o menos sencillo, mi sudadera favorita, Jordan blancas y mi pantalón negro favorito.

Tomé mi teléfono y algo de dinero de mi gabinete, por si las moscas.
Bajé las escaleras con el más cuidado posible y con  cuidado de no hacer mucho ruido agarre las llaves y abrí la puerta.

Al estar en el elevador me pregunté miles de veces porque le hacía caso a ese loco y más cuando llevo pocos días de conocerlo.

¡Casi 3 de la madrugada y yo estaba escapando de mi casa por alguien que ni siquiera conocía bien!

Definitivamente era fanática de la adrenalina. Y ahí estaba el chico, con un cigarro en sus labios, chaqueta negra, pantalón negro, gorro blanco y playera gris.

Y ahí iba yo junto a un extraño a quien sabe donde, caminando por las solitarias calles de Cataluña.

Mi madre me matará donde se entere de lo que acabo de hacer...