-Dime, Tanjiro. ¿Alguna vez has visto a Tomioka-san sonrojarse?
-Ahora que lo menciona, no.
Aún si la pregunta había surgido de la nada, caló profundo en su mente. ¿Era siquiera capaz de sonrojarse aquel serio y reservado muchacho?
-Oh, ¿Pues qué crees? -Le dirigió una mirada sugestiva.
Imposible.
¿Shinobu había logrado presenciar su rostro sonrojado?
-Yo tampoco lo he visto.
Claro, no era factible que Shinobu, por sobre todas las personas, lo hubiera visto.
-No necesitaba crear un ambiente misterioso si esa iba a ser su respuesta.
-Lo siento, pero no pude evitarlo. -Sonrió. -Volviendo al tema, creí que tú serías capaz de verlo.
-¿Por qué yo?
-Es muy obvio para todos que él te tiene aprecio. Mucho más que el que pueda llegar a tenerle a alguno de nosotros, por supuesto.
-Eso es... mera coincidencia. Digo, me ha salvado en repetidas ocasiones, y eso logrado que conversemos de vez en cuando.
Desde su perspectiva, no estaba lejos de la realidad. Si bien Giyuu solía preocuparse por él, era debido a su inusual situación con su hermana.
No podía ser nada más que eso.
-No hay manera en que no notes el trato especial que te da, Tanjirou-kun.
-¿A qué se refiere?
-Cuando está contigo, su aura es muy diferente. No es distante, si no relajado. Conversa contigo, siendo que prefiere no responder a otras personas cuando hablan. No hay manera en que esté tranquilo si tú estás herido, sea grave o no. Ofreció su vida por tu hermana y depositó su confianza en ti y en tu determinación y fuerza. Eso dice mucho.
Ahora que ponía todo eso en una lista, podía darse cuenta poco a poco el privilegio que tenía.
Realmente no le daba el mismo trato que a los demás.
Y eso lo hizo sentirse especial.
-Quizá tenga razón.
-Ahora que lo has aceptado, puede que algún día logres causar que se sonroje.
Sonaba como algo muy simple, pero conociendo al Pilar en cuestión, casi imposible.
-¿Cómo podría lograrlo?
-Simplemente siendo tú. Eres encantador, encontrarás una manera de lograrlo inconscientemente.
Diciendo eso, se puso de pie.
-Mucha suerte, Tanjirou-kun.
Cuando se quedó solo, observando el jardín, su mente divagó tratando de encontrar una manera de lograr su cometido.
Pudo haber seguido así por más tiempo, pero una voz y una presencia a su lado lo trajeron de vuelta a la realidad.
-¿Qué te ocurre?
Su suerte le había puesto frente a él a su objetivo.
-Solo pensaba, es todo.
-¿Seguro?
-De hecho, hay algo que me gustaría preguntarle.
Giyuu prestó atención a su persona, en señal de que le estaba escuchando.
-¿Es posible que usted tenga algún tipo de trato especial conmigo?
-Sí.
No tardó ni dos segundos en responder, directo y sin dudarlo.
-¿Por qué?
-Me agradas.
-¿Más que los demás?
-Obviamente.
-Entiendo. Gracias por eso, lo aprecio. -Volteó su mirada al cielo. -En realidad, aprecio cada pequeña palabra o acción que tiene hacia mí, pero ahora lo haré mucho más. Porque sé que soy especial.
No obtuvo respuesta.
Volvió su mirada al Pilar en busca de alguna reacción, y para su sorpresa, su rostro estaba ligeramente teñido de un color rosa.
Se había sonrojado. Y por él.
-Eres especial.
Aún cuando no se atrevió a mirarlo a los ojos, pudo sentir la honestidad que había en sus palabras.
Su sonrojo era exclusivo para él, y no podía evitar regocijarse en su interior.
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↠✭ I N K T O B E R ✭↞
Fanfic31 drabbles del GiyuuTan. ¿Lograré hacer los 31? Quién sabe. Pero se hace lo que se puede. 😖💖