⇢Día 30: Sonrojo⇠

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-Dime, Tanjiro

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-Dime, Tanjiro. ¿Alguna vez has visto a Tomioka-san sonrojarse?

-Ahora que lo menciona, no.

Aún si la pregunta había surgido de la nada, caló profundo en su mente. ¿Era siquiera capaz de sonrojarse aquel serio y reservado muchacho?

-Oh, ¿Pues qué crees? -Le dirigió una mirada sugestiva.

Imposible.

¿Shinobu había logrado presenciar su rostro sonrojado?

-Yo tampoco lo he visto.

Claro, no era factible que Shinobu, por sobre todas las personas, lo hubiera visto.

-No necesitaba crear un ambiente misterioso si esa iba a ser su respuesta.

-Lo siento, pero no pude evitarlo. -Sonrió. -Volviendo al tema, creí que tú serías capaz de verlo.

-¿Por qué yo?

-Es muy obvio para todos que él te tiene aprecio. Mucho más que el que pueda llegar a tenerle a alguno de nosotros, por supuesto.

-Eso es... mera coincidencia. Digo, me ha salvado en repetidas ocasiones, y eso logrado que conversemos de vez en cuando.

Desde su perspectiva, no estaba lejos de la realidad. Si bien Giyuu solía preocuparse por él, era debido a su inusual situación con su hermana.

No podía ser nada más que eso.

-No hay manera en que no notes el trato especial que te da, Tanjirou-kun.

-¿A qué se refiere?

-Cuando está contigo, su aura es muy diferente. No es distante, si no relajado. Conversa contigo, siendo que prefiere no responder a otras personas cuando hablan. No hay manera en que esté tranquilo si tú estás herido, sea grave o no. Ofreció su vida por tu hermana y depositó su confianza en ti y en tu determinación y fuerza. Eso dice mucho.

Ahora que ponía todo eso en una lista, podía darse cuenta poco a poco el privilegio que tenía.

Realmente no le daba el mismo trato que a los demás.

Y eso lo hizo sentirse especial.

-Quizá tenga razón.

-Ahora que lo has aceptado, puede que algún día logres causar que se sonroje.

Sonaba como algo muy simple, pero conociendo al Pilar en cuestión, casi imposible.

-¿Cómo podría lograrlo?

-Simplemente siendo tú. Eres encantador, encontrarás una manera de lograrlo inconscientemente.

Diciendo eso, se puso de pie.

-Mucha suerte, Tanjirou-kun.

Cuando se quedó solo, observando el jardín, su mente divagó tratando de encontrar una manera de lograr su cometido.

Pudo haber seguido así por más tiempo, pero una voz y una presencia a su lado lo trajeron de vuelta a la realidad.

-¿Qué te ocurre?

Su suerte le había puesto frente a él a su objetivo.

-Solo pensaba, es todo.

-¿Seguro?

-De hecho, hay algo que me gustaría preguntarle.

Giyuu prestó atención a su persona, en señal de que le estaba escuchando.

-¿Es posible que usted tenga algún tipo de trato especial conmigo?

-Sí.

No tardó ni dos segundos en responder, directo y sin dudarlo.

-¿Por qué?

-Me agradas.

-¿Más que los demás?

-Obviamente.

-Entiendo. Gracias por eso, lo aprecio. -Volteó su mirada al cielo. -En realidad, aprecio cada pequeña palabra o acción que tiene hacia mí, pero ahora lo haré mucho más. Porque sé que soy especial.

No obtuvo respuesta.

Volvió su mirada al Pilar en busca de alguna reacción, y para su sorpresa, su rostro estaba ligeramente teñido de un color rosa.

Se había sonrojado. Y por él.

-Eres especial.

Aún cuando no se atrevió a mirarlo a los ojos, pudo sentir la honestidad que había en sus palabras.

Su sonrojo era exclusivo para él, y no podía evitar regocijarse en su interior.

Su sonrojo era exclusivo para él, y no podía evitar regocijarse en su interior

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⏰ Última actualización: Oct 31, 2021 ⏰

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