Miércoles 15 de agosto
Pase casi toda la madrugada despierto por si Mia necesitaba algo, pero no lo hizo, cuando estuve apunto de dormirme vi que eran casi las 6:00 am por lo que ya no pude dormir y decidí pararme a preparar el desayuno. Prepare panqueques y coloque algunos arándanos encima para acompañar. El desayuno ya estaba listo, pero Mia aun no despertaba, pase a la habitación delicadamente y sin hacer ruido para evitar despertarla, pero al parecer ella sintió cuando ingrese pues al voltear la vi sentada en la cama rascándose los ojos.
-¿Alex?- preguntó aun adormilada
-Veo que ya despertaste, te traje el desayuno, espero te guste- dije dejando la bandeja con el desayuno para ella el escritorio de mi habitación.
-¿Que hago aquí?- cuestionó ignorando lo que dije anteriormente
-¿Recuerdas lo que paso ayer?
-No, la verdad casi nada, lo ultimo que recuerdo fue que David me ofreció una bebida y bueno ahora amanecí aquí con un gran dolor de cabeza- respondió tocándose la cabeza con una mano con la esperanza de que eso haga que el dolor pare.
-Entonces no recuerdas lo que paso anoche- murmure para mi mismo.
-¿Paso algo anoche entre nosotros?- preguntó preocupada al darse cuenta que no traía su blusa sino una polera mía.
-¿Qué? ¡No! ¿Crees que me aprovecharía de ti?- me dolió que preguntara eso, pero es comprensible por lo que paso, es decir si vas a una fiesta y al día siguiente amaneces sin tu blusa y en una casa totalmente distinta, obviamente lo primero que te preguntaras es "¿donde estoy?" "¿Que hago aquí?" "¿Paso algo anoche?".
-No, no lo sé, simplemente no se nada, ni siquiera se como llegué aquí
En su cara podía notar la preocupación, no se si es porque no confía en lo que le dije o por su mamá o tal vez porque recuerda pequeñas fracciones de lo sucedido anoche, de tan solo pensarlo se me revuelve el estomago y me dan ganas de regresar a la casa de ese infeliz.
-Eso es algo complicado, primero deberías comer, te traje panqueques y café- trate de animarla -No se si es una buena combinación, pero fue lo primero que se me ocurrió- agregué.
-Gracias- dedico una sonrisa que duro muy poco, pues su cara volvió a una de preocupada y empezó a palpar toda la cama en busca de algo, al no encontrarlo empezó a maldecir en voz baja.
-¿Que buscas?- pregunté.
-Mi teléfono, probablemente tengo miles de llamadas perdidas de mi mamá, necesito hablarle ahora mismo o de lo contrario debo empezar a planear mi funeral- contesto sin dejar de revolver las sabanas para hallar el celular.
-Creo que se quedo en la casa de ese idiota- solté recordando que al traerla no vi su celular en ningún momento, igual no era algo a lo que en ese momento podía prestarle atención.
-¿David?- preguntó confundida
-Si- rodee los ojos y tense la mandíbula al escuchar el nombre de ese imbécil.
-Bueno gracias por todo, pero ya tengo que irme, debo pasar por el teléfono lo más pronto posible- dijo sentándose en la esquina de la cama para colocarse sus zapatos e irse.
-No- grite sin darme cuenta.
Mia salto por el susto que le provoco mi grito, no fue mi intensión asustarla, sin embargo lo hice. Mia me miro confundida por mi reacción y maldije por lo bajo, pensaba hacer que Mia desayune y luego de eso contarle con calma lo de ayer, pero ella quería ir ahora a la casa de ese estúpido para recoger su celular.
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La Chica De La Feria
Romance-¿Cómo consigues olvidar a alguien que te cambio para bien en tan solo unos instantes? -No lo haces, simplemente aprendes a vivir con lo que paso y a aceptar que ahora esa persona es solo un recuerdo.