💜Mis Aventuras Junto A Ti💜 //One-shots Rubegetta

Bestia 2

-¡no quiero salir! - intentaba que no abrieran la puerta, realmente estaba asustado, había estado ahí dos meses, lejos de su familia, lejos de su pueblo...

Sabía que el rey de ese palacio lo estaba esperando, pero realmente no le gustaba pasar tiempo con él, era agresivo, ofensivo y sobretodo orgulloso. Algo hizo que la puerta se abriera de golpe - ¿por qué siempre las cosas contigo son así?

- ¡me secuestraste! - intento retroceder pero no pudo, su brazo fue atrapado por la mano dle otro, haciendo que saliera del cuarto si o si - ¡no puede obligarme!

- te he dado todo, deje que tuvieras a tu gata, un perro - gruñó, haciendo que se quedara completamente quieto - ¿que mas quieres?

- que me dejes, por favor... No quiero estar aquí, quiero ir con mi familia - sollozo, el híbrido lo dejo en el suelo y se giro cruzando sus brazos.

Su mirada era filosa, el solo quería un doncel de buen porte para sus cachorros, había sido el gobernante por mucho tiempo solo... Y ese doncel era perfecto - tu familia no te a buscado, nadie de tu pueblo a venido, nadie te a buscado por que nadie te quiere excepto yo.

Eso logro que sollozara mas fuerte - n-no es cierto...

Sonrió de lado, vege suspiro, se encogió en su lugar, y aunque sabía que le estaba diciendo la verdad era muy directo... Muy duro con el, había formas de decírselo y escogió la peor.

- ahora... En este lugar todos te quieren y te necesitan... Dejame mostrarte algo... - lo cargo, su oso estaba ahora enojado con el, por su imprudencia.

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El bosque se encargo de que el bebé naciera bien, un lindo y pequeño híbrido de oso, también se encargo de desviar y alejar a los cazadores de él.

Cuando rubius volvió encontró a su pareja casi que dormida con un pequeño osito, felicidad, esa era su emoción en ese momento. Se acercó con cuidado, primero se aseguró que su doncel estuviera bien y cuando comprobó que lo estaba, cuando vio esa pequeña pero linda sonrisa con esos hermosos ojos violeta sonrió - descansa sam...

- es... Es un niño - sus ojitos se cerraron por completo - estoy cansado.

- lo se... - lo cargo, el bosque cargo al niño y lo puso en los brazos del pelinegro - te llevaré a casa, tu descansa.

Asintio suavemente, abrazo al bebé y lo apego a su pecho - brayan... Quiero que se llame brayan.

Rubius sonrió - así se llamara mi amol.

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- ¡brayan suelta eso! - Vegetta corría detrás del niño de 7 años, castaño, parecía divertido.

Llevaba en sus manos un pequeño cristal azul que emanaba luzu propia - ¡a que no me atrapas mamá!

- donde esta Rubén cuando lo necesitas... - paro para tomar aire, ese pequeño cristal era muy importante.

Brayan para de correr para mirar a su madre divertido, aunque luego sintió unos pasos detrás de él - brayan... Obedece a tu madre, sabes que esto no es un juguete.

Rubius se agachó para tomar el cristal, brayan sonrió para acercarse más y pedir ser cargado, cosa que no fue negada - me ha hecho correr por todo el palacio... ¿Donde estabas?

- asuntos en el pueblo - comenzó a caminar hacia su esposo, luego le entregó el cristal - ahora tengo que volver a salir, solo vine para almorzar.

Vege suspiro - esta bien... ¿No me estas mintiendo verdad?

- ¿por qué lo haría? - bajo a brayan, este volvió a esconder entre las ramas de los árboles. - ¿otra vez con eso?